Griezmann aún no encontró su lugar en el Barcelona

Antoine Griezmann

Antoine Griezmann / AFP

César L. Menotti

César L. Menotti

En el Barcelona nadie puede dudar de la entrega de sus jugadores. Todos tienen ganas de ensuciarse las manos por el equipo y compiten, pero su historia exige un profundo respeto por el funcionamiento, y en el funcionamiento Antoine Griezmann aún no encontró su lugar. 

El francés se acopló de maravillas al Atlético  de Madrid y aún con un juego diferente, en la selección de Francia siempre ha estado más cerca del gol, aunque sus intervenciones en la gestación de juego no desarreglan porque tiene buena técnica. 

El delantero está en período de adaptación al sistema del equipo. Y en este comienzo de temporada a Ernesto Valverde le está costando encontrar un once por las lesiones. Por eso el francés debería escuchar al entrenador y a sus compañeros. Siempre digo que los jugadores tienen obligaciones y posibilidades.

Las segundas las marca entrenador en los ensayos, para determinar cómo el equipo debe defender, recuperar la pelota, gestar el juego  y definir.  No están claras en este sentido cuales son las obligaciones de Griezmann en el Barca. Hay una obligación histórica con el estilo y la tenencia de pelota, también con la participación y de distintas maneras en la recuperación de la pelota. Probablemente, Valverde, quien lo ve entrenar cada día, tenga más claro qué pretende del jugador. 

Griezmann lo veo un participante con muchas condiciones, pero esas condiciones se superponen con las de algunos de sus compañeros. Por eso cuando ingresa en el equipo no se si es delantero o juega de mediocampista creativo, pero solo en los entrenamientos podrá definir cual es su rol y determinar su  lugar en el equipo. 

Hay jugadores con los que no se puede competir: Ter Stegen,  Piqué, Busquets, Jordi Alba y Messi. Los demás compiten por un lugar. Hay titulares y suplentes.

Valverde debe decidir cual es el lugar en el que puede jugar el francés: si jugará de nueve de área en lugar de Suárez o de segundo delantero. Ya ha  mostrado que tiene una técnica y una notable capacidad goleadora.  Puede ser un muy buen suplente o titular si lo pelea.

Él debe tener claro que más allá de que está habituado a ser titular, todos los jugadores son necesarios. Y que ahora empiezan los partidos importantes para demostrar que puede ser titular en el equipo culé. Por su capacidad y su talento no tengo dudas de que se va a ganar la titularidad cada día en los entrenamientos. Pero también debe tener claro cuales son sus obligaciones en el equipo. 

Valverde está ubicando a los jugadores en esta nueva versión del Barcelona, pero ya debe saber cuales son los titulares y los suplentes.  Como espectador no le encuentro aún la posición a Griezmann cuando juega Suárez, esto no es un juicio a sus condiciones sino una valoración de las circunstancias en las cuales el francés ha encajado en el equipo.

Cuando digo que los los jugadores tienen obligaciones y posibilidades, y de ellas se imponen los titulares, quiero aclarar que estas las plantean los entrenadores y las discuten con los jugadores respetando sus características. Es misión del entrenador encontrarle un sitio a Griezmann en el equipo, pero también es obligación del jugador cumplir con lo que le pide el entrenador. Ni Messi, ni Piqué, ni Busquets, ni Jordi Alba dejan nunca de cumplir con sus obligaciones con el equipo. 

Siempre destaco que el fútbol es orden y aventura: hay que jugar ordenados los noventa minutos para desordenarse de vez en cuando. En el desorden aparece la creatividad, la inspiración, el engaño. Messi por ejemplo tiene la capacidad de aventura como expresión de su fútbol.

El Barcelona debe priorizar ambos aspectos porque tiene futbolistas capaces. La aventura puede ser Ter Stegen dando un primer pase, Piqué apareciendo de sorpresa, Arthur pisando el área, y también Griezmann. Ahora si son todos muy aventureros es fácil caer en el desorden. 

El delantero galo aún no encontró su rol en el equipo. Valverde y él lo están buscando. Es un futbolista extraordinario, de los mejores delanteros del mundo. Es un jugador brillante con gol. Ha jugado en algún momento  más de armador de juego en la selección francesa, pero en el Atleti era un goleador, diría no de área como Morata pero sí su obligación está en la zona de definición.

Pero como todo jugador en cualquier lugar de la cancha necesita entrenamiento. Y en la  competencia, en los minutos que le tocan jugar está buscando expresar lo que ensaya en la semana bajo las órdenes de Valverde. Pero no encuentra aun el sostenimiento y la titularidad