El Granada apuesta por un 4-3-3 en ataque

Robert Moreno, en el banquillo del Granada

Robert Moreno, en el banquillo del Granada

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Sin duda va a ser una difícil papeleta para el nuevo técnico Robert Moreno, al llegar a un club que realizó la mejor temporada de su historia, de la mano de un entrenador -Diego Martínez- que puso su innegable sello en el plantilla que acababa de ascender. Después de llegar a la cima del éxito, es muy difícil y comprometido mantenerse, más aun si ha habido un cambio de entrenador y la marcha ha sido por voluntad del propio técnico, y siempre se caerá en la tentación de las comparaciones, y ahí presumiblemente siempre acabará perdiendo el nuevo entrenador. De momento no ha empezado nada bien el equipo, pues es su peor arranque en la Liga de los últimos cinco años en primera - solo 2 puntos de los 12 disputados- pero también es cierto que esto acaba de empezar y hay tiempo para las rectificaciones, aunque de momento los datos que aparecen no son demasiado alentadores. Destacaba el Granada por ser un conjunto altamente competitivo, que se adaptaba y reaccionaba ante todo tipo de adversidades. Moreno es partidario de salir jugando el balón desde atrás, intentando tener la posesión del balón, pero está teniendo muchos problemas ante los rivales que le presionan alto y debe recurrir al pase largo. Solo ha sido superior en posesión de balón al Rayo hasta el momento, y acabó goleado. Le cuesta generar ocasiones, remata muy poco entre los tres palos - 8 disparos en 4 partidos disputados- y solamente lleva 2 goles marcados, ambos del mismo jugador, Luis Suárez.

Mantiene el dibujo táctico

Apuesta el Granada por un 4-1-4-1 en defensa, que se convierte en un 4-3-3 cuando el equipo tiene el balón y quiere atacar. Maximiano es el sucesor de otro portugués de excelente rendimiento, Rui Silva, ofreciendo buenas prestaciones en este inicio de campeonato. En la línea de cuatro, Arias por la derecha y Carlos Neva por la izquierda, un gran acierto de Diego Martínez al subirlo del filial, siempre con un rendimiento muy alto y un equilibrado trabajo en defensa y ataque. En el eje de la zaga la pareja Domingos Duarte y Germán, aunque este podría dejar su plaza al peruano Abram. Los centrales son muy fuertes en el juego aéreo y un peligro a balón parado en ataque. Gonalons ejerce de stopper por delante de los centrales y es el jugador que mantiene su posición para equilibrar al equipo. Montoro es el más talentoso a la hora de generar juego, secundado por Monchu, futbolista con llegada y gran disparo. Vuelve Luis Milla tras superar una lesión y puede tener minutos. En bandas, Soro fue titular por la derecha en el último encuentro, pero podrían entrar Rochina o Puertas en esa posición, mientras que Machís, más eléctrico, se sitúa en banda izquierda, a pierna cambiada para buscar la diagonal y explotar ese duro disparo hacia el palo largo. Podría sacrificar a alguno de los hombres de banda del centro del campo en favor de otro centrocampista más físico y de trabajo. Y la referencia arriba es Luis Suárez, su activo más importante en ataque, el jugador que más remata a portería, con velocidad y potencia para contraatacar y con un buen disparo desde lejos. En muchas ocasiones con Diego Martínez solía jugar partiendo de la banda izquierda. En la recámara, Carlos Bacca y Jorge Molina como hombres referencia en ataque.