El gran negocio de los clubs es la venta de jugadores

Bartomeu, junto a Setién y Abidal

Bartomeu, junto a Setién y Abidal / VALENTÍ ENRICH

Toni Frieros

Toni Frieros

El fútbol profesional es, por encima de todo, un negocio. Una gran industria que representa, en muchos países, un pellizo importante de su PIB (Producto Interior Bruto). Después, es pasión y espectáculo.  Una rueda gigantesca que, para seguir girando, necesita ingentes cantidades de dinero. Un apetito atroz e insaciable. Y ese dinero, aunque cueste creerlo, o incluso duela reconocerlo, cada año que pasa, representa un porcentaje menor en los ingresos procedentes de la cuota de los socios/abonados.

La pirámide se ha invertido totalmente en los últimos treinta años. Cuando Josep Lluís Núñez era presidente del FC Barcelona en los años 80, la supervivencia de la entidad azulgrana dependía casi exclusivamente de la aportación de su masa social. Eran los dueños del club en toda la extensión y significado de la palabra.

Emocionalmente, un club de fútbol de élite, cualquiera de los que nos vendría a la cabeza ahora mismo, no podría existir ni tendría sentido sin su legión de aficionados, seguidores y socios. Técnica y económicamente hablando, sí, podría subsistir perfectamente. Y el Barça no es una excepción. 

Por eso, cuando se critican ciertas decisiones que toman los clubs en materia deportiva nos olvidamos casi siempre que detrás de las mismas  también hay razones económicas que se tienen que aplicar de forma inexorable para la supervivencia económica de esas entidades.

Pongamos las cosas en contexto. Para esta temporada, el FC Barcelona ha presupuestado 62 millones de ingresos en concepto de cuotas de socios y abonos. ¿Saben cuánto tiene pensado ingresar el Barça por la venta de jugadores? ¡124 millones de euros! Es decir, el negocio del Barça (sin tener en cuenta otras partidas) pasa más por la venta de sus activos (futbolistas) que por aportación directa de sus socios.

Lo mismo valdría para el departamento  comercial. Pueden estar meses persiguiendo un esponsor de cinco, diez millones de euros, y con un solo traspaso esa cantidad puede duplicarse.

El gran mérito del FC Barcelona, sin embargo, es que incluso sin recurrir a la venta de futbolistas ha logrado ser el club deportivo del mundo que más dinero ingresa.  Por primera vez ha superado al Real Madrid. Y no lo decimos nosotros, lo afirma el informe imparcial y contrastado de la empresa auditora Deloitte y que así reconoció como un gran ejemplo a seguir el prestigioso New York Times.

También es cierto que en ese mismo informe se subraya y se alerta del elevado gasto del Barça y los escasos beneficios que deja, algo que en Estados Unidos no se entiende muy bien porque allí el ‘profit’ está muy presente. Empiezan a entenderlo cuando se les explica que el FC Barcelona no tiene accionistas y no reparte dividendos. Pertenece a 140.000 socios... 

Lo que sabemos hoy es que antes de que cierre el ejercicio 2019-2020 el 30 de junio, el FC Barcelona va a tener que vender jugadores por más de cien millones de euros. Que nadie se asuste y que se empiece a verlo como una actividad ordinaria del club, como parte del negocio.

De hecho, el año pasado se batió el record mundial de traspaso de jugadores. La FIFA registró la venta de 18.042 futbolistas profesionales en todo el mundo por un valor de 7.345 millones de dólares. ¿Alguien duda dónde está la gallina de los huevos de oro?