El gran negocio de los jugadores convertidos en agentes libres

Mbappé

Mbappé

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

El negocio del fútbol está cambiando. Los grandes jugadores ganan poder. Deciden libremente su futuro con la baja en el bolsillo y eligen el club que más les paga. Los equipos ya no pueden explotar el derecho de retención.

Las consecuencias de la sentencia del ‘caso Bosman’ (1995) se pagan caras. La nueva moda de jugadores convertidos en agente libre se impone. Los clubs tienen las de perder. Los traspasos súper millonarios van a la baja ya que los futbolistas cotizados han descubierto el filón de firmar contratos cortos para poder decidir su destino sin depender del club anterior.

El verano pasado, Messi encabezó la lista de jugadores importantes que cambiaron de equipo sin traspaso económico. Fue el caso también de Alaba, Donnarumma, Sergio Ramos, Memphis, Eric Garcia y Agüero, entre otros. En el 2022 la lista se amplía significativamente en calidad y cantidad.

Tomen nota de los jugadores de renombre que acaban contrato el 30 de junio y van a volar libres: Mbappé, Dembélé, Dybala, Di María, Azpelicueta, Rudiger, Cristensen, Mazraoui, Kessié, Lacazette, Pogba y Luis Suárez. Hace una década, solo los jugadores considerados malos quedaban libres porque nadie los quería fichar. Ahora es un nuevo segmento del mercado donde muchos salen a pescar oportunidades.

El Barça, por ejemplo, tiene como prioridad buscar jugadores que acaben contrato y no se tenga que pagar traspaso. Jugadores de equipo que potencien la fuerza de la plantilla. De esta manera, ya han firmado al centrocampista de Costa de Marfil Kessié que juega en el Milan y al defensa danés Andreas Christensen que acabará la temporada en el Chelsea. En esta línea el Madrid pretende convencer a Mbappé, que parece muy harto de los catarís del PSG.

Se llama agente libre a los futbolistas cuyo contrato termina y no ha sido renovado. En consecuencia, gracias a la ley Bosman se encuentran en libertad para negociar con el club que más les interese. Pero que nadie crea que un jugador convertido en agente libre significa un fichaje gratuito.

Su exclub no tiene derecho a cobrar nada, pero los jugadores con la carta de libertad exigen un pago millonario que va directamente a su bolsillo y una parte al de su representante. Messi recibió una prima de fichaje de 40 millones por llegar gratis a París. El Madrid ofrece a Mbappé 60 millones por su carta de libertad. En la hipótesis que Dembélé acabara renovando, tengan por seguro que exigiría un mínimo de 30 millones como prima de renovación. 

Ser agente libre es un chollo para los jugadores deseados. Es la forma de dar un gran pelotazo. Esto solo se acabará si los clubs -como sucede en la NBA- se ponen de acuerdo para limitar este tipo de traspasos encubiertos que engorda la cuenta corriente de los jugadores a costa de la tesorería de los clubs. Mientras tanto, cada año habrá más.