Un gran Messi y filosofía Barça

Coutinho y Messi, celebrando el gol

Coutinho y Messi, celebrando el gol / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Si la gran asignatura pendiente del Barça era apuntalar el sistema defensivo, Valverde buscó esa mayor solidez y equilibrio a través de un cuarto centrocampista que fue toda una declaración de principios. Apostó por Arthur y no por Vidal, que en principio parecía tener todos los números para sentar a Dembélé en el banquillo.

Control y posesión en lugar de físico y contención, en la línea de lo que es más la esencia del modelo Barça. Si el otro problema era que el equipo no podía depender de un solo jugador, aunque sea el mejor del mundo, ayer Messi se encontró con diez compañeros absolutamente entregados a la causa y él dio un recital de fútbol que culminó con dos goles que debieron ser cuatro, pues de nuevo la diosa fortuna le robó dos golazos por culpa de esos postes en los que últimamente el destino le hace estrellarse de forma absolutamente cruel.

Tanto es así, que en el inicio de la segunda parte se pasó de un posible 0-4 a un 1-2 que nos hizo sufrir un poquito, solo un poquito, pues en tres minutos, Leo volvió a poner las cosas en su sitio, aunque ayer estaba escrito que habría que sufrir mucho, injustamente, pero hubo que sufrir ante el empuje, presión, fortaleza y el juego aéreo de los ingleses... eso sí hasta el último minuto en que Messi volvió a demostrar que no hay otro futbolista en el mundo, y seguramente no lo ha habido en toda la historia, como él.

EL CAMINO A SEGUIR

En definitiva, una gran victoria para acabar con la mini-crisis de los últimos tres resultados. Ahora, la línea ya está marcada y la confianza, recobrada. Pero hay que seguir así, desde este domingo en Valencia. Con un gran Messi y la filosofía Barça, a la que ayer Valverde se aferró acertadamente en un encuentro que exigió fútbol y carácter.

Por cierto, si la actitud estaba en entredicho, ayer el equipo la reivindicó hasta su máxima potencia. Ayer, señores, se demostró que cuando los jugadores quieren, no es que puedan, es que arrasan. Y así, no me cabe ninguna duda de que con un sistema acertado y una actitud sobresaliente, el Barça es prácticamente invencible.