Opinión
El gran chollo de los asientos VIP

Render de los palcos VIP del Spotify Camp Nou. / FCB
Estaremos todos de acuerdo en que la palabra de moda en el FC Barcelona en los últimos cinco años ha sido esta: palanca. No es más que un eufemismo para edulcorar la realidad: venta de patrimonio o venta de un activo con el fin de obtener dinero fresco.
Lo que debería ser algo excepcional, para salir de una urgencia muy puntual, se ha convertido en algo habitual para los gestores del FCB... y en la solución fácil y recurrente para solventar sus males económicos. De no haber sido por esas palancas, cada ejercicio del FCB desde la 2020-21 se hubiera cerrado con pérdidas millonarias y no se habría podido fichar a nadie. Gracias a ese colchón o ‘dopaje’, el club ha podido ir gastando más de lo que ha generado en ingresos.
Por esa razón Marc Ciria, experto financiero, y con toda seguridad precandidato a la presidencia del FCB en las próximas elecciones de 2026, quiere llevar a la orden del día de la inminente asamblea de socios compromisarios que se revoque la potestad que tiene concedida la Junta Directiva del FCB para vender más patrimonio, de forma más específica BLM (Barça Licensing & Merchandising), empresa creada desde cero en 2017.
Un activo con gran potencial de crecimiento de facturación. Ignoro si, como sostiene Ciria, el FCB tiene la intención de vender un porcentaje de BLM, pero la junta de Laporta, hasta el día de hoy, ha creído y ha potenciado BLM. También ignoro si es para ‘engordar’ el ‘cerdo’ (con perdón) y así vender el kilo de carne más caro.
No les quiero marear con números, así que iré al grano. La venta del 25% de los derechos de televisión al fondo americano Sixth Street le reportó al FCB más de 500 millones de euros. Con ese dinero tapó parte del agujero de los 481 millones de pérdidas de la 20-21 (más de la mitad de ellas infladas) y realizó fichajes, como el de Ferran Torres. El FCB percibe una media de 145 millones de euros netos por temporada por sus derechos de TV. Eso, en 25 años (fluctuará al alza), son 3.625 millones. El 25% de esa cantidad serán más de 900 millones. Cada año que el Barça sube la persiana deja de ingresar 36 millones de euros.
Del tema Barça Studios/Vision mejor corramos un tupido velo porque el lío es de tal dimensión que nadie se aclara. El club se apuntó unos beneficios y unas plusvalías que no fueron tales, porque el negocio en sí mismo no existía o era insustancial. Esa palanca lastró el último cierre económico porque el auditor ya no podía mirar hacia otro sitio. Dejaron de pagar unos inversores y para tapar un poco la fuga de agua, lo que hizo el FCB fue pedirle a la multinacional de servicios de alimentación Aramark que entrara en el accionariado de Barça Vision asumiendo 40 millones de euros. A cambio, Aramark disfrutará en exclusiva de la explotación del cáterin del nuevo Camp Nou hasta Dios sabe cuando.
La última palanca es la que más miga tiene de todas: la cesión del derecho de explotación a 30 años de 475 asientos VIP, el 5,5% de los que están previstos, a cambio de 100 millones de euros. De entrada, el FCB se negó a informar del nombre de las empresas que habían adquirido ese derecho. Fue el periodismo quien lo descubrió y lo desveló. Cuando el FCB pone tanto interés en que no se sepa algo tan normal como es saber a quién le vendes o cedes un activo, es que hay gato encerrado.
Forta Advisor (fondo de Qatar con sede en Londres) y New Era (Emiratos Árabes) se han comprometido a abonar 30 y 70 millones respectivamente. Ninguna de las dos tiene historial de actividad económica y son de reciente creación. ¿Quiénes aportan esos millones, qué inversores hay detrás y de qué países son?
A New Era Visionary Group, como ya he explicado, el departamento de compras del FCB le entregó a dedo el negocio de las telecomunicaciones del Camp Nou y el de la telefonía móvil a pesar de que jamás había puesto un tornillo en este sector ni tenía la más mínima experiencia. Cómo será que para acometer esos encargos tiene que ir de la mano de Más Orange, que sí sabe de qué va este negocio y tiene la infraestructura necesaria.
Sigamos y hagamos una aproximación. La media de un asiento VIP está sobre los 1.000 euros por partido. El primer equipo del FCB juega 19 de Liga en casa, pongamos cinco más de Champions League, uno de Copa del Rey y el Gamper. Eso son 12,3 millones al año. Por 30 temporadas, 370 ‘kilos’. Es decir, 270 millones netos de beneficio para esos inversores, a razón de 9 millones por año. Un gran dividendo. Tanto ellos como sus descendientes tienen la vida resuelta. ¿Por qué 30 años y no 15 o 20?
Aquí ¿quién hace el negocio del siglo, el Barça o esos desconocidos inversores? Añadan a ese chollo los 50 kilos del ala que se llevó Darren Dein por la renovación y extensión del contrato Nike/FCB. Yo creo que el chollo para los demás es el FCB, no al revés.
Y encima, la regla 1:1 y el Fair Play, bailando desde junio de 2021. Juzguen ustedes mismos.
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