Gracias a ti, Luis Enrique

Luis Enrique deja de ser el seleccionador español

Luis Enrique deja de ser el seleccionador español / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

Hay momentos en los que la vida pasa por delante de todo. Ayer Luis Enrique renunció al sueño de seguir siendo seleccionador para atender una urgencia vital evidentemente más importante.

La dimisión del seleccionador es un mensaje en si mismo: la constatación de que hay instantes críticos en los que hay que priorizar la familia y el amor por los tuyos, es decir, por lo que es esencial.

El gesto del seleccionador es suficiente para recordarnos que en cualquier momento la vida puede pasarnos por encima a todos, y que cuando llegamos a este punto, solo cabe expresar solidaridad y afecto.

‘Lucho’ se despidió con una emotiva carta en la que, entre otras muchas cosas, agradecía también a los medios la discreción y colaboración. Hoy es justo que también los medios le devolvamos el agradecimiento y le hagamos llegar nuestra fraternidad y también nuestra admiración por el coraje que  ha demostrado, también ahora, tomando la que puede haber sido la decisión mas difícil de su carrera. Pero la vida sigue, y como no hay ninguna rueda que pueda pararse ni que espere a nadie, la selección seguirá andando con Robert Moreno al frente, en otra decisión arriesgada de Luis Rubiales.

La designación de Robert Moreno es una apuesta por la continuidad del proyecto, un reconocimiento al ‘luisenriquismo’ sin Luis Enrique. Y parte también de la voluntad lógica de hacer un cambio lo menos traumático posible apostando por un técnico sin experiencia en primera línea pero con mucho kilometraje en la retaguardia.

Rubiales lleva ya dos mazazos brutales: a pocas horas de un Mundial le ficharon un seleccionador al que no tuvo más remedio que destituir, y ahora se queda sin Luis Enrique por causas incontrolables. Es difícil superar una concatenación semejante de desgracias en tan poco tiempo.