Golazo de Bartomeu al PSG pensando en el Barça post-Messi

Bartomu, feliz con el fichaje

Bartomu, feliz con el fichaje / sport

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Críticas cuando tocan, elogios cuando se merecen. El futuro es de los valientes, hay que saber asumir riesgos en los momentos decisivos. Bartomeu cogió el toro por los cuernos y se ha apuntado un tanto.

Fue a Amsterdam la pasada semana de caza y seis días después consigue el fichaje más deseado. ¡Bravo presidente! Cuando se acierta en una operación de riesgo, hay que destacarlo y elogiarlo. Josep Maria Bartomeu le ha marcado un golazo al PSG con la contratación de De Jong. Es una inyección de moral importante para olvidar la decepción que causó el no de Griezmann y para vengarse de la huida de Neymar.

Bartomeu es un presidente pragmático más amigo de hacer cosas que de contarlas. No presume de cargo, tampoco vive de él. Prefiere la gestión, huye del protagonismo. Se parece más a Núñez que a Laporta, no tiene nada que ver con Gaspart y de Sandro Rosell aprendió a fichar buenos futbolistas.

Su virtud es no sacar pecho en tiempos de euforia y superar los malos momentos con dignidad y entereza. Una sola foto junto a De Jong ha sido suficiente para dar una alegría a los socios culés que ven como se trabaja en el equipo del futuro… el Barça postMessi.

Golpe de autoridad

El Barça ha dado un puñetazo de orgullo y respeto en el mercado futbolístico. Ha jugado una partida de póker y ha ganado con un comodín mágico llamado Messi. El millonario PSG catarí y al City de Guardiola se han quedado con las ganas.

Al director deportivo de los franceses, Antero Henrique, el fracaso le ha costado el cargo. Un triunfo de despacho en el que la cuantía del traspaso es lo de menos ya que será un jugador rentable de aquellos que nadie discute su coste.

De Jong era una pieza codiciada por todos los grandes. Discreto, humilde y listo fuera del campo, cualidades humanas que están a la altura de su talento futbolístico. Llegará en verano al Camp Nou con 22 años recién cumplidos y con hambre de ganar títulos.

El recuerdo blaugrana de Cruyff, los consejos de Koeman y su ilusión por jugar al lado del mejor futbolista del mundo, han sido determinantes. No se ha dejado convencer por los petrodólares de Nasser Al-Khelaifi ni por la empatía de Guardiola. Los argumentos deportivos de Bartomeu han tenido más fuerza.

Leo, contento con el fichaje

Marcar un golazo así al PSG es una doble satisfacción. Los mejores siguen queriendo venir al Camp Nou. El club hace todo lo posible para que Messi esté contento. De Jong tiene ADN Barça y una madurez profesional impropia de su juventud. Era una pieza que no se podía escapar, prioritario con respecto a Rabiot que se queda en la sala de espera.

Bartomeu ha actuado como un presidente ejecutivo, con autoridad, mando y decisión. A pesar de que su mandato termina el 2021, ha tomado una decisión que los barcelonistas le agradecerán muchos años. De Jong está llamado a ser el director de orquesta del Barça post-Messi. Messi no es eterno aunque a veces lo parece.

Tiene tres años para aprender y disfrutar al lado de Leo antes de asumir la responsabilidad de seguir ganando sin el argentino. Para ello trabaja la secretaría técnica preparando el después de Messi con un proyecto joven e ilusionante: De Jong (21 años), Dembélé (21), Arthur (22) y Aleñá (21).