El gol 503

Messi marcó dos goles más y ya lleva 502 como blaugrana

Messi marcó dos goles más y ya lleva 502 como blaugrana / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

La celebración de la victoria del Barça en el Bernabéu y el golazo de Messi con el que Leo alzó la camiseta en terreno enemigo siguió tres días después en el Camp Nou. Y como si de un guiño del destino se tratara, el propio Messi abrió el marcador muy pronto con otro golazo de un gran simbolismo, una vaselina genial que nos hizo retroceder doce años en el tiempo, concretamente al 1 de mayo de 2005, cuando Leo marcó su primer gol al Albacete, precisamente con otra vaselina espectacular que presagiaba el cuento de hadas que se iniciaba. Aquel día pensé que estábamos ante un futbolista único, de gran clase pero también de gran personalidad, pues a los diecisiete años hay que tener mucha personalidad para ver, pensar y ejecutar con la sangre fría y seguridad con la que lo hizo. Y ayer no se me vino otra cosa a la cabeza que intentar recordar los goles geniales que Leo nos ha regalado desde entonces. Imposible, la memoria, por lo menos, no da para tanto. Eso sí, lo que es seguro es que Messi solo marca golazos. Como mínimo, trescientos de los quinientos nos han levantado de los asientos. Ayer, el Camp Nou también se vino abajo con su ídolo, era el día de homenajearle y para ello, nada mejor que celebrar su gol, y el que vendría después, alzando la camiseta azulgrana del mismo modo que el propio Leo hizo en el Bernabéu. Ese gesto está llamado a hacer fortuna, a convertirse en icono de lo que es y representa Messi para el barcelonismo, ni más ni menos que el orgullo de que el mejor futbolista de la historia sea uno de los nuestros. 

UN CRACK ENCHUFADO. Después del gol 501 llegó el 502. Y luego, Messi se dio un descanso, previo cambio pactado con Luis Enrique, para estar en plena forma para las cuatro finales de Liga que le quedan al Barça y que con Messi serán mucho más fáciles de ganar. El sábado espera el Espanyol, probablemente el partido más complicado, pero con Messi el triunfo siempre está a la vuelta de una genialidad. Y más con este Messi, que en el Bernabéu recuperó el domingo la felicidad de jugar en el Barça y sentirse barcelonista. Si no fuera por Messi, esta Liga ya estaría perdida y precisamente por Messi, los barcelonistas vuelven a creer en el título. Permítanme que insista en la felicidad que ahora muestra a los cuatro vientos, como ayer con las risas en el banquillo y la complicidad con Luis Enrique, detalle importantísimo, comentando el gol de Mascherano. En cierto modo fue su gol 503, el primer gol de un hermano más que un compañero, del ‘Jefecito’ que impone carácter al Barça y le ha tutelado en más de una ocasión en los últimos siete años, del amigo que le ha aconsejado y animado cuando alguna cosa se torcía, como aquella noche de Anoeta en la que todo pudo saltar por los aires y acabó siendo la génesis del triplete. Sí, fue el primer gol de Mascherano, pero el ‘Jefecito’ los marca de otra manera, señores. Y sí, Messi es feliz y quiere hacer campeón al Barça. Los dos goles del Bernabéu, sobre todo, pero también el codazo de Marcelo, las patadas de Casemiro, la entrada de Sergio Ramos... le han motivado tras la desilusión de la Champions. Otra cosa que hay que agradecer a los madridistas que le niegan el pan y la sal.