Gastar, una apuesta arriesgada pero acertada

Laporta y los dirigentes afrontan días decisivos para enjuagar la deuda

Laporta y los dirigentes afrontan días decisivos para enjuagar la deuda / Valentí Enrich

Sergi de Juan

Sergi de Juan

Con la activación de la primera palanca, la directiva del FC Barcelona se asegura no cerrar el ejercicio 2021-22 con pérdidas. Un primer paso imprescindible para volver a situar al club en la normalidad, aunque sea a costa de vender parte de un activo y no engrandecer una situación económica que sigue siendo difícil y preocupante. La segunda, con una inyección de dinero aún mayor, permitirá que el club pueda volver a fichar en el mercado con la regla 1/1 después de mucho tiempo haciendo malabares y obligando a Mateu Alemany a estrujarse el cerebro en cada operación.

Por prudencia, un porcentaje de ese dinero irá destinado a reducir la multimillonaria deuda que tiene el Barça, pero el presidente Laporta tiene muy claro que una parte importante se debe invertir en los fichajes. Una jugada arriesgada pero acertada a la vez. Porque aunque el mundo del fútbol haya cambiado mucho desde el 2003 y ahora existan nuevas vías de ingresos, la realidad es que sigue plenamente vigente la fórmula que Laporta, Rosell, Soriano y compañía ya aplicaron en su primera etapa: la conocida como el 'círculo virtuoso'. Resumiendo. Invertir en buenos jugadores que permitan ganar títulos y así lograr más ingresos para así poder seguir invirtiendo en el proyecto deportivo para seguir ganando más títulos y más dinero con la llegada de más y mejores patrocinios.

Aunque pueda parecer una locura gastarse 200 millones de euros en incorporaciones, lo es más no reforzar el equipo y seguir acumulando temporadas sin títulos y fracasos en Europa. Solo hay que recordar que por el simple hecho de quedar fuera de la Champions en la primera fase, el club dejó de ingresar unos 25 millones de euros, que además ya estaban presupuestados. La marca Barça tiene mucho valor, eso es una realidad indiscutible, pero sin figuras y sin títulos se irá devaluando con el paso del tiempo. Al margen, claro está, que la paciencia de la afición no es infinita y que quiere volver a disfrutar de éxitos y de ver a su equipo alzando otra vez la Champions, título que se resiste desde el 2015.

Laporta siempre ha destacado por su valentía y entiende que ahora es el momento de reconstruir el equipo y de poner el dinero en el campo, como decía su admirado Johan Cruyff, para intentar empezar otro ciclo ganador. El Barça no puede permitirse quedarse atrás porque cada vez sus competidores son más fuertes y tienen más poder.

Así que si este verano hay que arriesgar y traer a Lewandowski, Raphinha, Koundé, Marcos Alonso y Azpilicueta, la carta a los Reyes de Xavi, hay que hacer todo lo posible para intentarlo. Y, eso sí, cruzar los dedos para que las apuestas salgan bien.