Ganas de fútbol

La pelota nunca se cansa, pero sí para. Y, por fin, ‘acaba’ un verano muy pobre en fútbol porque solo hemos podido seguir la Copa América y la Copa África en la que no se ha visto nada de nuevo, ni nada para recordar. Y digo acaba porque cuando muchos estamos oliendo las vacaciones, los jugadores ya se visten de corto para empezar la pretemporada.

El Madrid se estrenó dejando muy malas sensaciones, con el runrún de que su nueva estrella, Hazard, está pasado de peso y con la guerra de Zidane que quiere echar a Bale y el galés que no quiere irse. Florentino todavía tiene mucho por delante para traerle a Pogba al técnico y echar a Bale, cuyo destino podría ser China por ser la única competición capaz de pagarle su actual salario. El Atlético de Madrid ha cambiado completamente su cara, con hasta 13 incorporaciones. Un nuevo equipo con una misma filosofía. El trayecto será arduo porque son muchos jugadores los que deberán adaptarse a la manera pseudomilitar que tiene Simeone de entender el fútbol.

Y mañana le toca al Barça que, de momento, solo presenta tres caras nuevas: Neto, De Jong y Griezmann. Hay todavía un hándicap para la secretaría técnica para acabar de configurar el equipo y un buen lío para el entrenador para hacer encajar todas las piezas y, sobre todo, compaginar sus ideas conservadoras con las exigencias del club que le pide ganar y dar espectáculo. Luego, claro está, también queda pendiente la gestión de egos, una misión que se le puede complicar más, tanto si viene Neymar como si no viene.

En todo caso, el fútbol vuelve. Y esto siempre es una buena noticia.