¿Ganar o ganar?

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Xavi Torres

Xavi Torres

Llega el Barcelona-Madrid, el partido de los partidos. El que ha pasado de ser suspendido a vaya usted a saber si lo volverá a ser. Decía el reciente premio Manuel Vázquez Montalbán de periodismo, el exjugador, entrenador y comentarista televisivo, Jorge Valdano, que el fútbol es la cosa más importante de las que no lo son. Pues eso. Veremos si el clásico de diciembre se puede jugar.

Volvamos al fútbol y al partidazo, diferente a todos los demás, claro. Es el Real Madrid y, en este caso, vale cualquier cosa para ganar. Incluso una equivocación del árbitro y del VAR en el último minuto, tipo Real Sociedad, pero en dirección contraria. Vale, por supuesto, una victoria fea, con un fútbol de pacotilla que haga al equipo irreconocible, con maltrato de balón incluido, pelotazos a la grada y once tarjetas amarillas bien repartidas, como cuando los futbolistas del Madrid, a las órdenes de Pepe y de Mourinho, ejercían de maestros de la guadaña. Contra el Real Madrid hay que ganar.

Sobre las tácticas de Valverde para atemorizar a Courtois y tratar de hacer pequeña la mejor versión de Benzema, mejor pasamos. Que haga lo que quiera. Lo que le de la gana, pero que gane. 4-3-3, 4-4-2, 4-2-3-1, 8-1-1 o 2-3-5. ¡Qué más da! A esto ya nos dedicaremos otro día porque en el clásico solo importan los tres puntos. Y claro, para este partido, la manera para conseguir la victoria no es importante. Como decía Luis Aragonés, “ganar, ganar y ganar. Y al día siguiente, ganar, ganar y volver a ganar”. Que una cosa no sea consecuencia de la otra, no es trascendente. Que la historia demuestre lo contrario, no importa. 

No hay nada matemático

Es evidente que en el fútbol no hay nada matemático y que jugar contra el Real Madrid conlleva diversas miradas. Por ejemplo, si hablamos de entrenadores, Johan Cruyff siempre tomaba más precauciones de la habituales porque consideraba que el Real Madrid era muy buen equipo. Pep Guardiola, sin embargo, convirtió los clásicos en una verbena azulgrana.

Calidad en el plan elegido, atrevimiento y Messi. Claro, el 10. No nos olvidamos de él. Messi es otro de los grandes nombres de la previa. ¡Es tan habitual oír aquello de “¡tranquilos, tenemos a Messi! ¡Ya lo arreglará él!”. Pues sí. Como la inercia del éxito ganado a base de talento y trabajo está a punto de detenerse al barcelonismo siempre le quedará ponerse en manos de su maravillosa joya argentina.

Contra el Real, ganar al precio que sea. ¡Adelante pues, si esto es lo que desean los aficionados! Es el Madrid. El problema aparece cuando se compran cada semana las excusas que hagan falta para tratar de explicar que el camino para llegar al éxito, en el Barça, ya no es importante. Peligro a la vista