Ganar la Bota de Oro, otro clásico

Leo Messi

Leo Messi / JAVI FERRÁNDIZ

Carme Barceló

Carme Barceló

Abro twitter tras varias horas en modo ‘off’. Y veo en el apartado ‘Tendencias’ que el número 1 lo ocupa Mateo Messi. Me da la vuelta al día y me saca una sonrisa. Que un niño, cuyo padre acaba de recoger de manos de su hermano mayor su sexta Bota de Oro, sea el personaje más popular es una paradoja que me descoloca en positivo.

Como su padre, ese jugador capaz de cambiarte el paso, de darle la vuelta a un partido y a la historia del fútbol. Santa inocencia la suya que desconoce todavía hasta donde es capaz de llegar el mundo que le rodea, progenitor incluido. Mateo va a un colegio de Castelldefels, tiene una educación trilingüe y la espontaneidad lógica que le proporciona su corta edad. 

Empático y simpático, coge el micrófono y parece que quiera entrevistar al ganador de la Bota de Oro, un Messi que hace ya un tiempo que habla desde el liderazgo, la capitanía y la solvencia que le da la experiencia, los galones y la madurez personal y profesional. Unidos por la sangre, sí, pero padre e hijo viven a años luz en un mismo mundo. Más allá del amor paterno-filial, es obvio que en sus respectivos ‘idiomas’ se entienden. Eso lo han conseguido el cariño, el respeto y la educación.

Mientras estaba Mateo micrófono en mano, otro amante de los medios de comunicación pedía que el ‘clásico’ se disputara en el Bernabeu. A Javier Tebas le preocupan posibles altercados y que el Camp Nou se convierta en una manifestación de independentismo que puedan ver millones de espectadores. Ahí también le duele al presidente de La Liga, que siempre ha hablado abiertamente de su ideología política haciendo uso de su libertad de expresión, como debe de ser.

El Barça-Real Madrid debe jugarse en el estadio azulgrana. Plantearse otro escenario me parece imposible. Como partido de alto riesgo, siempre ha multiplicado la seguridad. Además, alteraría la competición y ni a uno ni a otro club les interesa el cambio. Eso sí, bajo el prisma ‘mesiánico’, no supondría un problema. Su bota de oro siempre brilla en el Bernabéu. Es un clásico.