Así es como se ganan las ligas

Gran victoria del Barça en Pamplona. Quizá no por el juego, pero sí por la capacidad de reacción, la actitud en la segunda parte y el esfuerzo que pusieron los jugadores para sobreponerse a un gol en contra y a la expulsión de Lewandowski que les condenó a remar con todo en contra durante una hora y con uno menos.

Es así, y en estos campos, donde se ganan las Ligas, no les quepa duda. Estos partidos en los que hay que sacar el carácter, la ambición y el esfuerzo, ponerse el mono de trabajo y no bajar nunca los brazos. Y eso tiene, todavía, mucho más mérito.

Es todo lo contrario de lo que hizo el Madrid el día anterior en Vallecas, por ejemplo. La realidad es que en la primera parte el Barça estuvo dormido, sin alma, a merced de la mayor motivación e intensidad de Osasuna. Encajó muy pronto el gol, polémico por una posible falta sobre Marcos Alonso que el VAR esta vez no consideró rectificar, y sufrió la expulsión de Lewandowski por una acción que podía haber evitado y que significó su segunda tarjeta amarilla. ¡Buff!

Gran reacción

Salió bien el Barça tras el descanso. Activado, intenso, nada que ver con los cuarenta y cinco minutos anteriores. Fue otro Barça, con rabia y personalidad. Y pronto tuvo premio, con el gol de Pedri que sería la antesala de los mejores minutos del Barça.

Por momentos, Pedri se erigió en director y líder del equipo y los futbolistas barcelonistas, además de tener más control, le pusieron coraje a su mayor talento, picaron piedra y limitaron los efectos de la superioridad numérica del rival. A falta de un cuarto de hora, Xavi sacó a Gavi por Christensen, puso a De Jong de central y apostó por Ansu Fati y Raphinha en la delantera.

Acierto total del entrenador, pues precisamente De Jong puso un balón largo y preciso a la cabeza de Raphinha que batió al portero navarro y dio una victoria épica y de muchísimo mérito al Barça, que llegará líder y con un mínimo de dos puntos de ventaja sobre el Madrid al parón por el Mundial. Más no se puede pedir.