Ganadores y perdedores de la semana grande

Leo Messi felicita a Rakitic en el gol que deja al Real Madrid fuera de la Liga

Leo Messi felicita a Rakitic en el gol que deja al Real Madrid fuera de la Liga / JAVI FERRÁNDIZ

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça completó el sábado su semana grande, que le permite seguir optando a los tres títulos, y elimina a su eterno rival en dos de ellos. Un doble apuñalamiento que deja un reguero de triunfadores y también de heridos graves.

GANA VALVERDE, PIERDE SOLARI

El entrenador blaugrana supo leer lo que había que mejorar el partido del miércoles e introdujo dos piezas esenciales (Arthur Sergi Roberto) que acercaron el Barça a su mejor versión y le convirtieron en dominador absoluto el partido. Al otro lado, Solari puso sorprendentemente a Bale, un jugador que no se sabe qué pinta ni qué aporta al juego. Para colmo, el entrenador madridista optó por la redención de Isco justo en medio del naufragio. El resultado es que Valverde sigue creciendo y Solari ya puede ir preparando las maletas.

GANA DEMBÉLÉ, PIERDE COUTINHO

Ya es oficial: Dembélé es titular y forma parte del nuevo y temible tridente del Barça. El francés exhibe un físico intimidador y aporta la dosis de velocidad y anarquía que este equipo necesitaba. En los dos clásicos se le ha visto más maduro, con la pausa necesaria y cada vez más consciente de que en el fútbol no todo se resuelve por las bravas. En oposición, aparece un Coutinho deprimido y fallón, incapaz de tomar ninguna decisión mínimamente trascendente ni adecuada. También es oficial: el fichaje más caro de la historia del club es suplente y cada vez aporta menos. 

GANA ARTHUR, PIERDE MODRIC

La sola presencia de Arthur bastó para equilibrar y dar cuerpo al juego del Barça. No hace tanto, Valverde basculaba entre Arthur Arturo, los dos mediocampista más opuestos que se conocen, y la batalla por la titularidad la ha ganado definitivamente el brasileño. A favor de Valverde hay que decir que la aportación de Arturo en los minutos del segundo clásico fue notable, y le da la razón en el sentido de que los dos estilos pueden llegar a complementarse. En contraste, parece increíble que Modric haya sido el último Balón de Oro. Con este reconocimiento excesivo, se hizo un flaco favor a un excelente centrocampista, pero que en ningún caso merece tener el título no oficial de mejor jugador del mundo.

GANAN PIQUÉ Y LENGLET, PIERDE RAMOS

La brutal actuación de Piqué lo devuelve con toda justicia a la posición oficiosa de mejor central del mundo: en un carrera llena de actuaciones memorables, Piqué cuajó la que probablemente será recordada como la mejor de su vida. Pero sería injusto no mencionar a Lenglet, convertido en el central zurdo titular indiscutible del Barça: lo mejor que puede decirse de él es que ha hecho olvidar a Umtiti. En contraste, Sergio Ramos es más noticia otra vez por su juego sucio que por su buen fútbol. Quizás ya es hora de que el central madridista empiece a reflexionar sobe cómo quiere ser recordado cuando se retire.

GANA BARTOMEU, PIERDE FLORENTINO

Un clásico se juega también en el palco, y en la semana grande Bartomeu sale reforzado y Florentino peligrosamente debilitado. A pocas semanas de los dos clásicos, el presidente blaugrana se la jugó y renovó a Valverde: hoy está cerca de otro doblete y tiene el futuro construido con De JongArthur y Dembélé. Por el contrario, Florentino aparece, con su catastrófica gestión de la salida de Cristiano, como el principal culpable de la situación del Madrid. Atención, porque por primera vez en mucho tiempo está seriamente acorralado.