El futuro de Iniesta

Joao Cancelo y Andrés Iniesta durante el Barça-Valencia de la Liga 2016/17

Joao Cancelo y Andrés Iniesta durante el Barça-Valencia de la Liga 2016/17 / Ignasi Paredes

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Se ha acabado la temporada y Andrés Iniesta ha abierto su corazón en un par de entrevistas en las que viene a confirmar que prefiere ver cómo evolucionan las cosas antes de estampar su firma en el que sería su último contrato como jugador del Barcelona. En primer lugar, hay que agradecerle la honestidad de no agarrase a una firma fácil y a un contrato generoso sin tener la seguridad de que puede estar al más alto nivel durante varias temporadas más. Y, en segundo, otro agradecimiento: que sea él mismo quien proponga y acepte un debate sobre su futuro que de otra manera podría interpretarse como una falta de respeto hacia uno de los jugadores que más han dado al club. Me gusta que Andrés sea el primero en reflexionar sobre el particular y que permita hacerlo sin herir sentimientos ni sensibilidades a los que también tendrán influencia en la decisión final. Siempre he pensado que hay que ser muy profesional en estos casos. Lo primero, siempre, es el club y el equipo y tomar, bajo esta premisa, las decisiones consensuadas es la mejor manera de no equivocarse. En mi opinión, hay que ir pensando en el relevo de Iniesta, que ya tiene 33 años y que esta temporada no ha jugado todo lo que, particularmente, me hubiera gustado que jugara. Habría que saber si Luis Enrique y él lo habían pactado o si es una decisión única y exclusiva del exentrenador, con lo que habría que saber lo que piensa el nuevo. En cualquier caso, que Valverde y el propio Iniesta afronten el tema sin tapujos es necesario para encontrar la mejor salida a la situación. 

El sustituto. Iniesta es tan bueno y tan imprescindible que el Barça no puede quedar al albur de una baja forma, de un progresivo descenso en su rendimiento o, no digamos ya, de una lesión. Se ha demostrado esta temporada. No hay otro como él y, precisamente, de lo que se trata es de que haya otro que se le parezca. Miren, cuando Xavi se marchó, estaba él para parar el golpe. Hizo de Xavi cuando el equipo lo necesitó y, a la vez, siguió marcando diferencias desde su posición de ‘8’. Aun así, fue importantísimo que Xavi no se fuera el primer año de Luis Enrique, pues su aportación, sin ser ya de absoluto protagonismo, sí fue determinante. Fue un jugador número doce de auténtico lujo, imprescindible para lograr el triplete. Sin él, se pasó a un doblete y a una Copa. Y es que no es lo mismo que el jugador número doce sea Xavi que André Gomes, pongamos por caso. Lo mismo vale para Iniesta, que sin ninguna duda ha de seguir en el Barça y ha de seguir siendo determinante, pero bien acompañado. No podemos permitirnos el error de tener un solo Iniesta. Así que hay que ir a por el que mejor pueda sustituirle. Casi diría que cueste lo que cueste. El propio Andrés, y Xavi, no nos olvidemos, se ha decantado por Verratti. Con ellos dos, juntos y sabiendo de antemano su papel, saldrían ganado todos. El Barça, que como digo es lo primero, tendría asegurada la continuidad del estilo; Verrati se aseguraría una mejor adaptación e Iniesta seguiría siendo feliz, en su casa y ojalá que por mucho tiempo. ¡Ah!, y nos haría felices a los demás, que también es importante.