El futuro del Barça no puede esperar

Laporta habló en exclusiva para SPORT

Laporta habló en exclusiva para SPORT / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Joan Laporta está tranquilo. Sereno. Satisfecho del trabajo que ha hecho en los siete meses que lleva como presidente. Ha regresado a ‘su’ despacho. El mismo que utilizó en su anterior mandato. Dice que duerme poco. Cuatro o cinco horas al día. Pero lo hace profundamente. Con ese sueño reparador que te hace levantarte repleto de energía. Lleva más de medio año luchando contra la dramática herencia recibida. Y ha llegado el momento de empezar a construir el futuro. Un futuro que él, con su habitual optimismo, está convencido de que será esplendoroso. Aunque antes necesita el apoyo de la asamblea de mañana domingo. Laporta considera que es la más importante de la historia moderna. Porque hay mucho en juego. Nada más y nada menos que la viabilidad de un club que se encontró en estado de quiebra técnica.

El presidente necesita que los compromisarios crean en su proyecto. Que lo apoyen con sus votos. Para que el Barça pueda resurgir de sus cenizas: “Proclamaremos la resurrección del Barça”. Una frase que define a la perfección el estado de ánimo de Laporta. Cree firmemente que el Barça volverá a ser el mejor club y a tener el mejor equipo del mundo. Con una apuesta descarada por la cantera y un par de grandes fichajes. Que se podrán hacer. Porque el Barça volverá a competir en el mercado. Y en el campo. Pero antes necesita el visto bueno de los socios para el crédito del Espai Barça (que generará un 66 por ciento más de ingresos). Y que se apruebe la reforma de los estatutos (especialmente el polémico artículo 67) para no tener que dimitir el año que viene, lo cual provocaría el caos absoluto. Laporta cree, sinceramente, que la asamblea respaldará sus medidas. Porque son la única vía para salir del lóbrego túnel en el que se encuentra el Barça.

Laporta ha empezado su segunda etapa como presidente con una mochila insufrible. Pero afronta el reto de revertir la situación y devolver la ilusión con la madurez que dan los años y la seguridad que ofrece la experiencia. Se ha rodeado de un muy buen equipo. Directivos implicados y ejecutivos brillantes. Porque cree en la fuerza de un club tocado, muy tocado, pero no hundido. La marca Barça sigue generando entusiasmo en todo el planeta. Y confianza. El crédito de 595 millones de Goldman Sachs lo demuestra. Conseguirlo ha sido su mejor momento en estos difíciles siete meses. ¿El peor? La marcha de Messi, claro. Le generó una profunda tristeza. Pero Laporta no se permite mirar al pasado. El futuro no puede esperar…