Si el fútbol vuelve tendrá grandes pérdidas

La vista del TAS sobre el caso del Manchester City tardará en celebrarse

El estadio del City podría quedarse dos años sin ver fútbol europeo / AFP

Guillem Balagué

Guillem Balagué

El mismo equilibrio que se intenta establecer entre la salud y la economía se vive en el mundo del fútbol. Si fuera por los científicos (a los que por fin se les oye) no se jugaría a fútbol en mucho tiempo. De hecho, la única manera de garantizar la salud de todos es cuando estemos vacunados; falta año y medio para ello, nos dicen. Cualquier otra cosa -insisten- es arriesgada y hay cada vez más futbolistas y entrenadores que se atreven a cuestionar protocolos para reemprender la temporada. Ya. Ocurre que, como de costumbre, los grandes protagonistas de este deporte les cuesta ponerse en la piel de los clubes. 

Lo mismo ocurre en todas partes. Cuando la Premier League habló de reducir un 30 por ciento el sueldo de los futbolistas, el público aplaudió. Esa cifra no se ha concretado por varios motivos, entre ellos: los futbolistas no fueron informados antes de hacer la sugerencia y además prefieren que ese dinero vaya a parar a manos de aquellos que luchan en primera fila contra el coronavirus. La desconfianza entre los dos grupos es abismal, pero en este conflicto entre millonarios y multimillonarios los clubes parecen haber perdido la batalla de la imagen

En realidad, son el sostén del negocio y su situación es dramática. Los clubes ingleses llegaron a plantearse hablar de un 40 por ciento de reducción de sueldo. Desde LaLiga se ha advertido que los futbolistas deberían cargar con un 47 por ciento de las pérdidas si no se vuelve a jugar. Y puede parecer una barbaridad, pero les pido por un momento que se sienten en el sillón de un presidente de un club de fútbol de élite. 

Las pérdidas podrían ser billonarias para los clubes españoles, generalmente bien regentados. Si el fútbol vuelve se hará a puerta cerrada; desaparecerán los ingresos de día de partido, así que tienen que desde ya replantearse sus ingresos porque en su mayoría son negocios que básicamente cubren gastos. Se reducirían los ingresos por televisión, algunos devolverán parte del importe de los abonos, se perderá dinero en venta de camisetas, se dejarán de contratar palcos vip y asientos más caros, porque todos perderemos poder adquisitivo. Habrá menos dinero para patrocinios, se consumirá menos en los bares y restaurantes. 

El agujero negro, quizá durante tres o cuatro años, será tremendo. Y ese dinero no se podrá recuperar. Por eso hay que recordarles a los futbolistas que cobrar lo mismo que hace un mes y medio es simplemente insostenible.