El fútbol no es una cuestion de cojones aunque lo diga Solari

Solari sigue avivando el 'culebrón Isco'

Solari sigue avivando el 'culebrón Isco' / AFP

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

En su primera rueda de prensa, Solari se sacó de la manga una frase que le va a acompañar toda la temporada: “Hay que jugar con dos cojones”. Con dos cojones se puede ganar la eliminatoria al Melilla, pero nunca ganarás la Liga ni mucho menos la Champions. Decir esto es no entender que diriges al Real Madrid. Aludir a la testosterona de los jugadores es un recurso de equipos modestos que deben suplir la falta de talento con coraje. Si el entrenador argentino considera que con este tipo de declaraciones conseguirá espolear a sus futbolistas, se equivoca como se demostró cuando perdieron en el campo del Eibar por un demoledor 3-0 o cuando los rusos del CSKA les humillaron en el Bernabéu con el mismo resultado. Ayer, con cojones o sin cojones, a punto estuvieron de empatar en casa con el modesto Rayo.

Está claro que Solari es un entrenador puente, un interino, un sustituto que pronto ha demostrado sus limitaciones. Los que creyeron que podía ser un revulsivo después del fiasco de Lopetegui, se equivocaron. Los que soñaron que fuera un Guardiola blanco, un entrenador del filial capaz de triunfar en el Bernabéu, no tienen ni idea de fútbol. Solari es un parche hasta que Florentino pueda convencer a un entrenador de prestigio para que reconstruya un equipo que se ha hecho viejo y se ha quedado sin líder. El vacío dejado por Cristiano es enorme y se paga caro. Máxime cuando la ausencia del portugués ha puesto en evidencia a Bale y Benzema, dos jugadores que por si solos no dan la talla para recuperar el potencial perdido. La falta de gol del Madrid es su gran cruz.

El vestuario del Bernabéu han perdido la fe en Solari. Saben que está de paso, les recuerda demasiado a Benítez y no les aporta ningún plus a nivel táctico. Cesaron a Lopetegui para cambiar la dinámica del equipo y lo único que han conseguido es que Isco no funcione, Keylor Navas se quiere ir y Vinicius demuestre que necesita progresar. La sombra de Cristiano sigue siendo grande y alargada. Los aficionados añoran sus goles al tiempo que Florentino se ha quedado sin la varita mágica que le ganaba partidos importantes.

No solo faltan cojones en algunos jugadores, corren poco y muestran una falta de actitud. Ahora que todo se mide y se sabe, resulta que en el último partido europeo el Madrid solo corrió 104 kilómetros, la peor cifra de la temporada en Champions. Así se explica que pitaran a Marcelo y que Isco se encarara con la grada. Síntomas de impotencia, ayer lo pagó con el banquillo. Las flojas entradas en el Bernabéu acusan el bajón de juego de una temporada que se puede hacer muy larga si no aciertan en los fichajes de invierno. Jugar sin un goleador, es un hándicap que ni el Madrid ni nadie se puede permitir.

Florentino comienza a dar por perdida la temporada después de ganar tres Champions consecutivas. El equipo mas que una renovación, necesita una revolución y el presidente considera que en este plan hay que incluir el fichaje de un entrenador que venga con mano dura. Cuando dice esto piensa en Mourinho aunque es consciente de que segundas partes nunca fueron buenas. Mou es su amigo pero sabe que futbolísticamente es un entrenador caducado, su estilo de juego no funciona y su relación con los jugadores se ha vuelto explosiva. El fútbol no es una cuestión de cojones aunque lo pregone Solari y lo piense Mourinho.