¿Por qué fútbol en abierto?

Memphis (12) y Aubameyang (11) - 23 goles con el Barça

Memphis (12) y Aubameyang (11) - 23 goles con el Barça / EFE / AFP / LaLiga

Marc Menchén

Marc Menchén

Esta semana se cierra oficialmente la temporada 2021-2022, aunque hace semanas que la gran mayoría ya trabaja con las luces cortas y largas; las primeras para cuadrar como sea las cuentas, y las segundas para planificar la que todos confían que sea la de la recuperación definitiva del negocio tras el duro golpe de la pandemia. En ese segundo plano de trabajo, quienes están en LaLiga SmartBank ya saben que no contarán con la ventana del partido en abierto para justificar los retornos a sus patrocinadores. Los de Primera lo han salvado, pero en el proceso ha quedado claro que el fútbol en abierto no interesa, al menos a quienes deben emitirlo.

No olvidemos que LaLiga ha sido la primera defensora en eliminar la obligación que tiene por ley de emitir siempre un encuentro de forma gratuita por el bien del “interés general”, algo que se inventó el exministro Álvarez Cascos cuando esto de negocio y deporte no casaba tan bien. Más de veinte años después, aquello que aparentemente no tenía impacto económico, hoy se estima que supone una merma anual de 150 millones de euros para los clubes, que en cada concurso audiovisual ven como el valor de este partido es menor.

En siete años, la gestora de la competición ha pasado de cobrar 25 millones de euros por este encuentro semanal y los resúmenes de doce minutos en abierto, a tener que conformarse con una cifra inferior a los 14 millones de euros. Y no es que la gente ya no quiera ver fútbol, sino que los hábitos de consumo van por un lado totalmente opuesto al de la inversión publicitaria. Hoy, rentabilizar con anuncios los derechos de una retransmisión deportiva resulta harto complicado, a no ser que se financie con dinero público, como estamos viendo con el regreso de RTVE al mercado, haciéndose con el Mundial de Qatar y casi todo aquello relacionado con la Selección.

Vamos a ver cuánto ayuda a que toda la Segunda División se tenga que seguir en la televisión de pago para acelerar la implantación de las suscripciones. LaLiga cobró 35 millones anuales de Movistar+ en su momento y pedía un millón más por el abierto de esta categoría, pero ahora se buscará que en cualquier plataforma esté toda la competición. Y con Primera, por la que ya sólo se pedían 4 millones por el abierto, ya se le ha quitado todo el atractivo, dando a DAZN y Movistar+ la opción de emitirlo. Si no es la ley, será el propio mercado el que acabe con este sinsentido. El abierto debería ser y promoverse para deportes menos mediático que sí necesitan esa ventana al mundo.

Comprar un club en Segunda ya no es tan barato

La transacción entra en el podio de las compraventas de equipos de Segunda División que no esté a un paso de ascender (casos pasados como Real Valladolid o Elche CF), sólo por detrás de RC Deportivo y Real Zaragoza, tasados en más de 100 millones de euros por la elevada deuda que arrastranLega

El de los pepineros apunta a no ser el único caso de éxito, pues estas semanas también asistimos a la venta del Real Sporting al grupo mexicano Orlegi. Lo atractivo de la categoría es la estabilidad económica que le ha dado el fair play financiero y la estabilidad de los derechos de televisión, y a eso se le suma el dinero que todos recibirán de CVC para acometer inversiones en estadios e infraestructura, el gran déficit que arrastraba la categoría. Eso sí, hay que elegir bien el equipo, pues por el AD Alcorcón se pagaron 15 millones un año antes de bajar a la Primera RFEF.