Fuertes, poderosas y valientes

Premiadas Woman SPORT

Premiadas Woman SPORT / SPORT

Carme Barceló

Carme Barceló

1992. Tal día como hoy, nadie podía imaginar que unas deportistas españolas iban a lograr medallas en los Juegos Olímpicos que estaban a punto de inaugurarse en Barcelona. Nunca antes una mujer bajo esta bandera lo había conseguido. Ayer, treinta años después, una de las dos primeras que se subieron al podio entraba con paso firme en la Antiga Fàbrica Damm.

Theresa Zabell, oro en vela junto a Patricia Guerra, abría un camino. Tras ellas, Miriam Blasco y Almudena Muñoz (judo), Carolina Pascual (gimnasia rítmica), Natalia Vía Dufresne (vela), Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez (tenis) y el equipo de hockey hierba. De repente, existían.

Ocupaban un espacio en los diarios de la época y en los informativos audiovisuales. Muchas niñas descubrieron que podían hacer algo más que aplaudir a sus hermanos desde la grada o jugar entre ellas en el patio del colegio como localización estelar. Barcelona’92 lo revolucionó casi todo y estas deportistas contribuyeron a que toda la población, sin distinción de sexos, aspirara a un podio.

El reencuentro de muchas de ellas fue tan emocionante como sus discursos. Tras estas pioneras llegaron otras de las premiadas ayer, como Gemma Mengual o Lydia Valentín, y entre ellas se estableció esa conexión de vestuario y de códigos que sólo ellas conocen. Otras olímpicas más jóvenes, como la gimnasta Marina González que llegó a Tokio con apenas dieciocho años, las observaban con admiración.

“Me llevo unos mensajes increíbles y un ‘chute’ de energía”, reconocía. De repente, las cámaras enfocaron a una futbolista, Jana Fernández, algo que en aquel 92 hubiera sido impensable. La jugadora del Barça ya sabe lo que es llenar el Camp Nou y batir un récord de asistencia, qué es una zona mixta, una portada y ganar títulos nacionales y europeos. Treinta años después, la capitana de su equipo vende más camisetas que la mitad de los habituales en un ‘once’ titular de Xavi. Alexia es hoy un referente y un icono futbolístico mundial. ¿Se ha logrado el objetivo? Ni de lejos.

Porque son muchos los que se llenan la boca de igualdad con ‘postureos’ que, a la segunda lavada, ya destiñen. Organismos e instituciones que se suben al carro y a la mínima, echan el freno. En 1992 y en 2022. Por fortuna, estas mujeres tienen hoy más altavoces. Pueden subirse a un escenario y decir en voz alta, como hizo Asunción Lorente, la única presidenta de una Federación Española de deporte olímpico, que “desgraciadamente no tenéis mucho donde elegir.

Soy la única de treinta y tres federaciones olímpicas”. Y lo que le ha costado, moción de censura de por medio superada. Quizá ella y muchas de las que formaron el podio de la Gala Woman Sport pocas veces habían recibido un reconocimiento y unos aplausos tan sentidos. De la más veterana a la más joven, se fundieron en muchos abrazos. Juntas son y somos más valientes, más poderosas y más fuertes.