No fue la noche de Messi... y menos aún la de Luis Suárez

No fue la noche de Messi. Y mucho menos la de Luis Suárez. Dembélé estuvo mejor, pero tampoco marcó. Y sin los goles del tridente, el Barça fue incapaz de ganar al Olympique Lyon. El 0-0 no es mal resultado, pero se esperaba mucho más de un equipo blaugrana que se ha autoimpuesto la Champions como gran objetivo de la temporada.

El Barça jugó bien, realmente bien, pero no encontró portería. Un problema que persigue a los blaugranas en Europa. Y, sobre todo, a Luis Suárez, que lleva más de tres años sin marcar en campo contrario. El último gol del uruguayo lejos del Camp Nou fue el 16 de septiembre de 2015 en el Estadio Olímpico de Roma. Desde entonces, ha estado jugando más de 24 horas seguidas sin conseguir un tanto. Un récord negativo para un delantero centro. De ahí la desesperación que marcó el partido del '9' del Barça.

El Barça puede resolver la eliminatoria en el partido de vuelta. Es superior al Olympique Lyon. Pero no puede confiarse. Este martes se comprobó, una vez más, que la dependencia de Messi continúa siendo demasiado grande. Leo no estuvo acertado y el equipo lo pagó en ataque. Se creó juego (los blaugranas dispararon hasta en 25 ocasiones), pero no hubo acierto. Y para ganar la Champions hace falta acertar. Mucho.