Ni Franco se atrevería

No interpreten este artículo como una columna inspirada por una actitud corporativista, el tema es otro. Parece mentira que a estas alturas tengamos que recordar conceptos tan básicos como la libertad de información. El Sevilla-Barça (cuyo resultado ignoro en el momento de entregar estas líneas) va a tener un dudoso honor, el de ser un partido sin ningún medio de información catalán.

Una maraña de excusas que mezclan motivos sanitarios causados por el Covid-19, los protocolos de la Liga de Fútbol Profesional y el poder del club local han causado que los grandes medios informativos de Barcelona se hayan quedado en Catalunya viéndolo por la tele. Y así no se informa correctamente, amigos lectores.

Recuerden que en la época más dura del coronavirus, el gobierno español declaró la prensa como un servicio esencial. ¿Hay alguien que se crea que en un espacio tan grande como un campo de fútbol no pueden entrar más fotoperiodistas o locutores de radio? Hay una música de fondo, proveniente de Casa Tebas que lleva tiempo sonando.

Una música que intentó limitar los temas de las preguntas post-partido a pie de césped o que se dedica a mandar resúmenes informativos de la Liga falseados puesto que aparecen con las gradas llenas de público digital. Más que una música es un pulso censor. ¿Se imaginan ustedes que los medios de Madrid no pudieran entran en un Sevilla-Madrid?