Los fracasos del Madrid los pagan todos

El proyecto actual del Real Madrid capituló en Stamford Bridge

El proyecto actual del Real Madrid capituló en Stamford Bridge / EFE

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Real Madrid hace demasiados años que se sienta a la mesa del tapete verde para jugar la partida apostando siempre por el ‘all in’. El todo o nada cada año, temporada tras temporada, sin diseñar estrategia alguna que se desvíe ni un milímetro de su único objetivo: seguir marcando muescas en el trofeo de la Champions. No se trata ni siquiera de ganar, sino de seguir mirándose al espejo pensando “qué guapo soy”. Es casi una obsesión la que padece el madridismo por un título cuyo palmarés domina de forma aplastante, pero en el que cada derrota se hace más dolorosa que la anterior. Mientras el resto de sus rivales piensan y ejecutan un plan diseñado con antelación, los blancos desprecian sin miramientos títulos como la Copa del Rey, pero también LaLiga, trofeo que han ganado solo cinco veces en los últimos dieciséis años, la mitad de las que ha conquistado el Barça.

El Real Madrid ni se inmuta mientras siga reinando de forma regular en Europa, pero las consecuencias de su dejadez doméstica, paradójicamente, no solo las sufre el conjunto presidido por Florentino Pérez. Sin un Real Madrid poderoso en España, el nivel competitivo necesario para ser campeón disminuye y, de forma progresiva, también lo hace el interés por el torneo, afectando a la conversión del espectáculo en dinero para seguir potenciando plantillas. La superioridad insultante exhibida por el Chelsea en Stamford Bridge en la eliminatoria no solo desnudó las carencias del Madrid, sino las de todo el ecosistema controlado por Javier Tebas como presidente de LaLiga. El desprecio blanco hacia esta competición perjudica a los de Zidane, pero también lo sufren quienes buscan ser grandes en Europa, tanto en la Champions como en la Europa League.