Opinión
La fórmula Masia no se puede ni imitar ni clonar

Fermín celebra el 0-2 en Cornellà / Valentí Enrich
Los equipos campeones suelen marcar una pauta que deja huella. El Barça de Flick ha generado una ola de admiración no solo por los títulos conseguidos sino por el juego que ha desplegado. Y ello genera la curiosidad de como se ha llegado a lograrlo y que hay detrás de este equipo ganador.
La fórmula del éxito del Barça es distinta e incomparable a la del resto de equipos de la élite. Hay consenso en que la apuesta por Flick y el modelo de cantera han sido un binomio que ha catapultado al Barça a lo más alto. Una dupla que forma parte de una elección de Joan Laporta, un cruyffista convencido de que el estilo Barça es innegociable y hay que aplicarlo con pasión y sin miedo.

Lamine, Cubarsí, Casadó y Gavi después de celebrar un gol en un clásico / Valentí Enrich
En un mundo del fútbol en el que los clubs sufren cada vez más controles económicos la fórmula del éxito de este Barça es muy golosa. Imitar a clubs que lo basan todo en su poderosa chequera no tiene más secreto que conseguir mayor potencial financiero.
Pero cuando el secreto del éxito está basado en la apuesta por La Masia puede haber una tentación de intentar copiar o clonar el modelo ya que no hay asociado una inversión económica desproporcionada.
Es mucho más tentador pensar en como se puede 'inventar' el nuevo Lamine o Cubarsí que buscar la manera de fichar al nuevo Mpappé o Bellingham.
En el entorno del Real Madrid ya están deslizando que Xabi Alonso contará más con loa jóvenes y se agarran a momentos puntuales como el gol de Jacobo al Mallorca para pensar que ellos también pueden sacar a sus joyas de la cantera.
Van muy equivocados. Más jugadores que Ancelotti no será difícil que promocionen pero nunca lograrán que sean la base del equipo. Esto solo lo lograron con la Quinta del Buitre, en una apuesta puntual que nunca han intentado repetir.

Alejandro Balde enseña la camiseta de Lamine Yamal, autor del 0-3 en el Bernabéu. / FCB
De la envidia 'sana' que genera la apuesta del Barça a copiar e implementar este modelo va un mundo. Por mucho que el Real Madrid u otros clubs intenten apostar por su cantera para que esta apuesta sea exitosa tienen que darse muchas circunstancias.
Demasiadas circunstancias que son muy difíciles de replicar. Tanto el Real Madrid como otras entidades disponen de jugadores interesantes en sus canteras pero hay muy pocos clubs que tengan una identidad de juego común entre todos los equipos de su fútbol base y el primer equipo.
Cuando Cubarsí, Fermín, Casadó o Lamine han subido al primer equipo su manera de jugar no ha sufrido grandes variaciones respecto a lo que hacían en categorías inferiores, algo impensable en otros clubs como el Real Madrid.
Para que te salga el nuevo Lamine hay que cuidar la captación y encontrarlo en un modesto como La Torreta. Y después hay que aplicar una formación y un modelo de juego en el que todos los técnicos dominan a la perfección.
Y con todo ello después de una captación y formación excelente se necesita promocionar con valentía a los jugadores. Hay que cuidarlos y educarlos pero lo más importante es que en el primer equipo se les ofrezca la opción de saltar.

Flick: "Lamine Yamal tiene mucho potencial de mejora" / Valentí Enrich
Para ello se necesita un entrenador que asuma el modelo y lo aplique con convicción. Si falla la captación, el modelo se trunca, si no hay una buena formación, el modelo queda cojo pero sin la promoción definitiva el modelo es estéril. El Real Madrid tenía esta temporada un agujero en el lateral derecho y en su cantera estaba Jesús Fortea, un '2' de gran futuro que ni siquiera ha entrado en una convocatoria de Ancelotti.
Es por ello que el modelo Masia es muy difícil (o casi imposible) de imitar. Hay tanto trabajo detrás que para intentar clonar esta apuesta se necesita una paciencia y un trabajo artesanal de club que es difícilmente replicable en un mundo en el que todos buscan resultados inmediatos.
Hacerlo saltándose los procesos que se necesitan para que los resultados florezcan es imposible.

Pau Cubarsí, Lamine Yamal y Marc Bernal durante LaLiga Promises de la temporada 2018/19 / LaLiga
El fútbol base del Barça sin el contexto del fútbol base catalán tampoco sería lo mismo. Mikel Arteta ya explicó que el modelo Masia no tiene comparación alguna. El modelo del Real Madrid siempre se ha basado en fichar y en ganar sin importar el como.
El camino que ha llevado a los mejores Barças de la historia es totalmente opuesto. La cantera y un estilo de juego definido son dos pilares que necesitan a un presidente convencido y a un entrenador determinado a aplicarlo.
Para el mundo del fútbol sería bueno que el Barça marcase la pauta y los grandes clubs intentaran copiar su modelo. Sería tan saludable como improbable. La fórmula Masia es una especie de pócima mágica única que ningún otro club grande se ve capacitado para replicar.
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