La fórmula Haaland más cantera

Estaremos todos de acuerdo en que así no se puede continuar, en que el nuevo presidente del Barça tiene la obligación de hacer una renovación de arriba a abajo de la plantilla. Ya no sirven más paños calientes, hay que parar la sangría y todo ello con la dificultad añadida de la crisis económica que ahoga a la entidad. Llegados a este punto, creo que es imprescindible pararnos a pensar un momento en la resignación que se observa alrededor del club. Ese renunciar de antemano a fichajes importantes “porque no hay un euro en caja”, ese hablar con desasosiego sobre lo mucho que cobran los jugadores y lo difícil que será traspasarlos, esa palabra que de tanto repetirla se ha vuelto repelente: “transición”. ¿Transición? No, es resignación y en el Barça un servidor nunca ha visto resignación. Por eso no me gusta lo que veo ahora.

DINERO LLAMA A DINERO

Y lo que veo es que se habla de Mbappé o Haaland sin ninguna convicción de poder ficharles. Es más, la mayoría ya se conforma con que no los fiche el Madrid. “No hay un duro, no hay un duro”, es la justificación que se esgrime ante tal estado de ánimo. Pues bien, si no hay un duro, se busca, que es lo que siempre se ha hecho en este club. En el 78, cuando en situación angustiosa se fichó a Krankl, el Haaland del momento. O en el 2003, cuando se contrató a Ronaldinho, el Mbappé de turno. Por eso creo en una fórmula para salir del atolladero y empezar a crear un nuevo equipazo: Haaland más cantera. Digo Haaland porque me parece más asequible que Mbappé, juega en un equipo que se le ha quedado pequeño, se puede negociar su traspaso mejor que con el jeque del PSG y tiene el don del gol, precisamente lo que da los triunfos en el fútbol. En paralelo, el Barça tiene el privilegio de tener la cantera que tiene. Ansu Fati y Pedri van para fenómenos mundiales. Araujo, Riqui, y parece que Ilaix, Konrad y Collado serán también muy buenos, ellos compensan la gran inversión de un gran fichaje. Dejémonos de resignación y vayamos a por Haaland, que ganando en el campo se gana también en el banco y el Barça siempre tendrá salidas económicas para solventar la situación. Dinero llama a dinero, ¿ok?