De flores me habláis en mayo

Paulinho sufrió mucho en el partido ante el Chelsea

Paulinho sufrió mucho en el partido ante el Chelsea / EFE

Carme Barceló

Carme Barceló

Pasada ya la fiebre de San Valentín, que si ya os dije que no soporto, no han tardado en mandarme cientos de flores en las redes sociales tras el partido del Barça en Londres. Unos, los que tienen a Obrevo siempre en la boca y que tuvieron que cerrarla rapidito tras el encuentro. Otros, los que son catedráticos del tema por lo vivido en Madrid los últimos tiempos entre sorteos, arbitrajes y ouijas. Ahora que la realidad es tan tozuda que ni la fortuna les acompaña, han quedado apeados del triplete y están a 14 puntos del líder, resulta que el equipo de Valverde empató en Stamford Bridge por una supuesta flor. 

Es cierto que vimos a un Barça que sufrió, que se encontró delante con una defensa más propia de un equipo de balonmano, como bien señaló Rakitic, y al que vi bastante plano. Es cierto que tuvo el balón la mayor parte del tiempo y ello no fue suficiente, de la misma forma que Paulinho aportó poco y a Luis Suárez se le vio solo. Es cierto, sí, pero también lo es que un equipo que sigue invicto y primero en Liga y Champions, atesora semejantes números y se va con un empate del campo del Chelsea, no es producto de la diosa Fortuna. Podremos añorar más o menos lo de sacar el babero cada día que vemos al Barça en acción. Nos podrá desagradar más o menos que se le considere un equipo resultadista por ese 1-1 y algún otro resultado similar de la temporada. Podremos desear, es lícito, que hubieran entrado los 17 balones al palo de Messi. Lo digo por los que hablan de Willian y lo que pudo ser y no fue. De eso sabemos mucho viendo la estadística de balones al larguero y al travesaño del conjunto blaugrana. Pero lo que nadie me va a discutir es que este Barça gana porque se le ha aparecido la Virgen. De flores me habláis en mayo, que es el mes de María. Y el de la final de Champions y de la Liga. Los ramos se los llevará el campeón, el que se lo ha currado perdiendo muy poco en este camino que no es de rosas, precisamente.