Opinión

Flick se pone duro con las cuatro 'efes'

Hansi Flick, sobre los jugadores que acabaron molestos por no jugar

Hansi Flick, sobre los jugadores que acabaron molestos por no jugar / FCB

han tenido que transcurrir nueve meses para descubrir la otra cara de Hansi Flick. El técnico alemán había mostrado hasta ahora un talante conciliador, tranquilo, evitando, a toda costa, meterse en cualquier charco y mostrando una gran clarividencia en los asuntos peligrosos que se le presentaban en una sala de prensa. Los sabe ver y los sabe gestionar. Flick rechazaba el rol de portavoz del club que, tradicionalmente, asume el entrenador del primer equipo. Tanto Guadiola, Luis Enrique o Xavi acostumbraban a entrar en zonas pantanosas, muchas veces incluso contra a su propia voluntad. Flick, hasta ahora, no...

Quizás porque ya empieza a saber el terreno que pisa o quizás porque todo el mundo tiene su punto en el que la calma se acaba y la sangre se altera. Quizás por una razón o por otra, en las últimas semanas hemos conocido una nueva faceta de Flick. Primero para plantar cara a Laliga con el tema de los horarios y ahora para dar un toque de atención a algunos jugadores cuyas maneras no le gustó. Es un Flick desconocido hasta ahora.

Su homólogo en el Madrid, Carlo Ancelotti, es más dado a estas reacciones, aunque siempre existe un punto dudoso sobre él porque demasiadas veces se ha impuesto la teoría del club a las suyas. Ocurrió con la participación del Madrid en el Mundial de clubs (primero era que no y luego que sí) y después con los árbitros (se quejan a través de Real Madrid TVo de comunicadosm pero es Ancelotti quien da la cara).

El Barça no es así, dijo el propio Flick. Y ahora ha salido el propio entrenador para encararse a la Liga por la poca delicadeza que tiene en la configuración de los horarios que acaban perjudicando los clubes españoles vivos en Europa y ahora para dar un toque de atención a varios jugadores que, por no ugar o ser sustituidos, mostraron una mala reacción en el partido contra el Celta.

Fati, Ferran, Fermín y Fort, las cuatro efes del Barça, recibieron públicamente un toque de atención para que les quede claro que, por mucho que se puedan molestar, el equipo y sus intereses siempre están por encima de los deseos individuales. Es propio de un jugador, pero el técnico debe vigilar por la globalidad.