Una final para iniciar un nuevo camino

Xavi en rueda de prensa

Xavi en rueda de prensa / Valentí Enrich

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça disputa hoy su particular final de la Champions. No tiene nada que ver, por supuesto, con el apasionante duelo que enfrentará el próximo 28 de mayo en París al Madrid y al Liverpool por el máximo título continental. Es el partido que debe certificar el modesto objetivo blaugrana: la clasificación para la próxima edición de la Copa de Europa. Si el Barça gana esta noche al Betis se asegurará, matemáticamente, acabar entre los cuatro primeros de la Liga. Un éxito si analizamos, fríamente, de dónde venimos. Hace poco más de cinco meses parecía un sueño luchar por la segunda plaza. Inmersos en la pesadilla que significó la agonía de Koeman, los culés no podían vislumbrar un futuro mejor.

Pero existe. Por supuesto. Gracias a la determinación de Laporta y al trabajo de Xavi. El presidente, desde los despachos, y el entrenador, desde el banquillo, están construyendo un nuevo proyecto que debe acabar con esta travesía en el desierto. Y el primer paso es asegurarse la presencia en la Champions. Imprescindible desde el punto de vista futbolístico y económico. Por prestigio, por la imagen del club, el Barça debe estar en la Copa de Europa. Y financieramente resulta indispensable asegurar los ingresos que aporta el torneo continental. Por eso, hay que ganar la final del Villamarín. Cuando antes se certifique esta cuarta plaza, mejor. Y entonces podrá pensarse en el subcampeonato, que da acceso a la Supercopa de España y a un ‘premio’ de ocho millones de euros.

Xavi, por supuesto, es consciente de esta ‘final’. Pero también lo es de la desazón que afecta a todos los culés después de asistir, con incredulidad, a la enésima gesta del Madrid en la Champions. El técnico blaugrana lo tiene claro: al equipo blanco no hay que darle nunca por muerto. “Si los perdonas, y la historia lo dice, te remontan”, aseguró. El propio Xavi resolvió el misterio del 0-4 que el Barça consiguió en el Bernabéu: “La diferencia es que nosotros, cuando los pudimos rematar, lo hicimos”.

El objetivo de Xavi (y de Laporta) es conseguir que el Barça vuelva a ser el mejor equipo del mundo. Y quiere lograrlo apostando por un estilo de juego reconocible: “Tardaríamos años en ganar de otra forma. La gente nos recuerda como el mejor equipo de la historia, por lo que ganamos pero sobre todo por cómo lo hicimos. Para mi es crucial, yo no tengo dudas. Esta es nuestra vía y hay que creer. Hay otras pero en el Barça, no. Lo dice la historia, no yo”. La épica no es el camino. El camino es el fútbol.