La final de Cádiz o el final de Koeman

Koeman se lamenta durante el encuentro ante el Granada

Koeman se lamenta durante el encuentro ante el Granada / JORDI COTRINA

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Una vuelta más de tuerca a la crisis. Koeman convirtió ayer la rueda de prensa previa al partido de Cádiz en la lectura de una nota con la que pretende dejar claro, ya de manera oficial e irreversible, que el Barça está en periodo de reconstrucción, que nos olvidemos de la Champions y que quedar en la zona alta de la Liga ya sería un éxito.

Al respecto, no especificó el puesto de la clasificación que ya consideraría un éxito, pero es de suponer que no más arriba del tercero, que es donde quedó la temporada pasada con Messi y Griezmann y sin necesidad de comunicados. Hay otro punto en el que merece la pena prestar atención: "el proceso en el que nos encontramos hace que la plantilla tenga que ser respaldada, con hechos y con palabras". Menciona a la prensa pero no hacen falta gafas para ver una alusión a Laporta y los ejecutivos/asesores que se han manifestado los últimos días.

TREGUA

Koeman empezó con un contundente "el club está conmigo" pero no consta que la directiva tuviera conocimiento del comunicado de marras. ¿Dónde está la pretendida confianza mutua? Koeman ha jugado muy fuerte, algunos incluso lo ven como una invitación a que le despidan y acaben con su calvario. No lo creo, pienso que sinceramente desea paciencia y comprensión. Pero a la vez, sabe que pide un imposible y que la afición no le comprará la moto de quedar cuartos en la Liga y tirar la toalla en la Champions.

Ninguna afición puede tolerar el conformismo y menos al precio que paga a sus profesionales el socio del Barça. Ahora bien, no es mala idea el concepto de tregua. Hoy hay partido en Cádiz y no podemos ir con este nivel de crispación absolutamente demencial. Entrenador, jugadores, palco, afición, prensa, todos a una. Si se gana, ganamos todos y tal vez se pueda superar la crisis. Pero no nos engañemos, si no se gana, será difícil evitar los reproches internos y la prensa estará obligada a ejercer la crítica con la máxima honestidad, como hacemos siempre, por lo menos en esta casa. Ojalá la final de Cádiz no sea el final de Koeman... pero nadie lo puede asegurar.

la clave: hoy hay que jugar todos juntos, pero si no se gana, nadie puede asegurar la continuidad de Koeman