Fichar un goleador, la prioridad de Laporta

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona / Twitter

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Jamás de una eliminación de Champions se habían sacado tantas conclusiones positivas. El ambiente barcelonista ha cambiado con la victoria de Laporta en las elecciones. Los socios, los aficionados, el entorno y hasta los medios de comunicación han recuperado la ilusión. Y, también, la plantilla. Que, al fin y al cabo, es lo más trascendente. El ‘efecto Laporta’ ha superado todas las previsiones. Y en apenas tres días se ha pasado de la tristeza más absoluta al optimismo posiblemente desmesurado. Porque Laporta ni juega ni entrena... pero su personalidad arrolladora (¡qué diferencia con Rosell y Bartomeu!) contagia a todo el mundo. También a los que no le han votado. Por eso, el KO ante el PSG se ve como una oportunidad y no como un fracaso. Se habla de un equipo con futuro y no de una plantilla del pasado. El propio Laporta lanzó un mensaje esperanzador: “Tenemos equipo, ha sido un orgullo, hemos defendido nuestra dignidad, hemos merecido ganar y hemos merecido pasar”. Incluso el doblete Liga-Copa se contempla ahora como una posibilidad real en una temporada que casi todo el mundo daba por perdida. 

La verdad es que el equipo jugó en París una primera parte excepcional en la que mereció culminar una remontada heroica. Que no fue posible, básicamente, por la falta de acierto en el remate. O, lo que es lo mismo, por no tener un goleador (más allá de Messi) que concluya las jugadas ofensivas. Fichar ese ‘killer’ es el primer objetivo de Laporta. Su prioridad absoluta. El Kun Agüero se ha ofrecido. Koeman insiste en Depay. Y la afición suspira por Haaland. Con Laporta (y con Rafa Yuste y con Mateu Alemany y con Jordi Cruyff) el Barça debe fichar mucho mejor de lo que lo ha hecho en los últimos años. Y no despilfarrar el dinero en supuestas estrellas que no funcionan (Coutinho, Griezmann...) o en suplentes que aportan poco o nada (Paco Alcácer, Braithwaite...). El dinero (o, mejor dicho, la falta de dinero) puede condicionar las incorporaciones. Pero hay que hacer un esfuerzo económico y de gestión de la plantilla para no equivocarse más. Laporta puede hacerlo. Debe hacerlo. Porque sin gol, la ilusión se esfuma...