Fichajes de invierno sorprendentes

Boateng junto al presidente del FCB, Josep Maria Bartomeu

Boateng junto al presidente del FCB, Josep Maria Bartomeu / Sport

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

No voy a criticar el fichaje de Boateng. Primero quiero verlo jugar. Pero sorprende, mucho, que haya sido el ‘9’ escogido para sustituir a Munir. De entrada, porque no es un ‘9’. Segundo, porque no es un goleador (ha marcado 68 goles en los 428 partidos que ha disputado en 15 años de carrera profesional). Y, tercero, porque su cesión por cinco meses ha costado 1 millón de euros.

Este trotamundos del fútbol (ha jugado en diez equipos diferentes de la Liga, la Bundesliga, el Calcio y la Premier) llega procedente del Sassuolo italiano para ser el suplente de Luis Suárez en, como máximo, una docena de partidos. Aporta experiencia. Mucha. Aporta personalidad. Mucha. Aporta veteranía. Mucha.

Pero hay que ver si todas estas características le van a servir al Barça para alguna cosa en esta segunda fase de la temporada. La más decisiva. Donde se ganan los títulos. Especialmente la Champions. La gran prioridad de todos. Veremos si Boateng puede ofrecer al Barça un rendimiento que justifique su sorprendente incorporación en el mercado de invierno.

Tan sorprendente, por cierto, como la del central Murillo. ¿Alguien podía haberse imaginado que el Barça ficharía a Murillo y Boateng en enero? Ni uno ni otro encajan en el perfil de futbolistas que, según el modelo blaugrana, deberían llegar al Camp Nou.

Pero las urgencias han llevado a la improvisación. La grave lesión de Umtiti (de quien, por cierto, seguimos sin saber nada) y el traspaso de Munir han obligado a tomar decisiones que se antojan precipitadas. Nada que ver, por supuesto, con una supuesta estrategia de confección de plantilla.

¿Y De Jong, qué?

Más allá de los últimos fichajes asombrosos que está efectuando el Barça (en un capítulo que también podría entrar Arturo Vidal), me preocupa más la hoja de ruta de la próxima temporada. Entiendo que tanto Murillo como Boateng serán futbolistas testimoniales. El que debe marcar el futuro es De Jong. Y éste no está, ni mucho menos, atado.

El propio secretario técnico del Barça, Éric Abidal, no fue demasiado optimista ayer cuando le preguntaron sobre el centrocampista holandés: “Solo podemos esperar”. Si el Barça (con Bartomeu a la cabeza de las negociaciones) no puede convencer a De Jong con su proyecto deportivo, es que este proyecto no es más ilusionante que el dinero del PSG.