El fichaje de invierno es Suárez

Luis Suárez, jugador del Barcelona

Luis Suárez, jugador del Barcelona / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

Al Barça no le estaba faltando gol porque es el equipo más goleador del campeonato (42). No obstante, las comparaciones son inevitables y el recuerdo reciente nos lleva al tridente, con el empacho constante de talento ofensivo y de goles al que estábamos acostumbrados con la MSN.

Así pues, todo lo vivido hasta ahora nos podía parecer poco pese a que Messi empezó la temporada como un ciclón. Marcó 14 goles en los primeros 11 encuentros que disputó que le llevaron a la cima de la clasificación de goleadores. El Barça ganaba y marcaba goles pero la dependencia de Messi era demasiada alta para presagiar una gran temporada. Dembélé se lesionó, Denis no explotó, Deulofeu no apareció y Suárez, su principal socio, atravesaba por una fase oscura jamás vivida.

Ahora que llegamos a las puertas del clásico, y del mercado de invierno, el Barça celebra la vuelta de Luis Suárez. Al tiempo que Messi vive ofuscado con los palos (dos goles en los últimos nueve partidos), Suárez ha cogido el timón ofensivo del equipo, quitándose de encima esta venda que le tapaba los ojos y le hacía vivir cabreado con el mundo y fastidiado consigo mismo.

Suárez ha cogido la chispa de Messi y con cuatro goles en los últimos cuatro partidos. Además, contra el Deportivo provocó un penalti que Messi no logró transformar. Messi no tuvo el día pero debe guardarse los goles para el Bernabéu, uno de sus rivales preferidos. Es allí donde el Barça debe estar más fino que nunca. Puede sentenciar la Liga.