El fichaje de Arthur y el traspaso de Paulinho contienen un mensaje

Arthur espera, como lo ha sido en el Gremio, ser ídolo en el Barça

Arthur espera, como lo ha sido en el Gremio, ser ídolo en el Barça / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

Afalta de anuncio oficial, Arthur Melo será el primer fichaje blaugrana de la temporada 2018-2019. Él mismo lo anunció ayer en rueda de prensa y su club, el Gremio, le despidió con todos los honores y con el orgullo del que sabe que ha formado un futbolista que va a dar un salto futbolístico y mediático absolutamente estratosférico. En Brasil saben mejor que en cualquier país que el Barça es sin duda el mejor trampolín que existe en el mundo del fútbol. No hace falta recordar casos célebres como Romario, Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho o Neymar: basta con fijarse en Yerry Mina, un central entonces desconocido, que se ha catapultado a la fama mundial gracias a su actuación mundialista, pero amplificada por su militancia culé. El Barça cambia el destino de cualquier jugador, algo de lo que es perfectamente consciente Arthur, como vimos en la insólita rueda de prensa que ofreció ayer: su ilusión de fichar por el Barça es tan grande que se adelantó incluso al propio club. La llegada de Arthur ha estado anunciada desde que SPORT en Brasil, una vez más, adelantó antes que nadie hace unos meses el interés del club por este mediocampista brasileño hasta la fecha desconocido por el gran público. Sin embargo, se pactó con el Gremio que el jugador no se incoporaría hasta enero. Pero la lesión de Aleñá, que no se recuperará hasta el mes de octubre, aceleró el fichaje y también el protagonismo que puede tener Arthur en la temporada que viene. Su fichaje se produce justamente en unos días en los que el Barça está cerca de anunciar el traspaso de Paulinho por una cantidad muy elevada, que será algo más que una muy buena operación económica. En realidad, lo que está haciendo el club con el trueque Paulinho-Arthur es una especie de revisión de los fichajes ‘físicos’ que han marcado los últimos tiempos: están a punto de irse Paulinho y André Gomes, dos jugadores altos y fuertes pero con poca circulación de balón y escasa sintonía con el ADN Barça, y viene Arthur, un jugador pequeño, técnico y de toque que al menos a priori se acerca mucho más a la morfología de futbolista que tradicionalmente encaja con el estilo de la casa. Se dirá con razón que para que venga Arthur deberían subir antes jugadores del 

filial, pero ya es un primer paso que al menos la filosofía de juego del recién fichado encaje con la del juego blaugrana. Esto, por sí solo, ya es un mensaje.