Fibras tocadas

Neymar se entrena en Brasil con su selección

Neymar se entrena en Brasil con su selección / EFE

Carme Barceló

Carme Barceló

Cualquier tiempo pasado nos parece mejor. Y es así, la mayoría de las veces. Si buscamos en el baúl de los recuerdos, Neymar nos aparece con muchas luces y bastantes sombras. Las mismas que marcan la vida de este gran jugador en horas bajas físicas y anímicas. La memoria es selectiva y el tiempo ayuda a superar, a menguar y, en ocasiones, a borrar. El nombre del jugador brasileño se pasea por los medios por motivos relacionados con el balón y con la vida privada. Errores los ha cometido dentro y fuera del campo. Aciertos, también. Y lo puedo escribir porque he asistido a hechos que avalan tanto su calidad futbolística como la humana, ésta en la más estricta intimidad, como solo lo saben hacer los grandes, los que ayudan sin focos.

El regreso de Neymar al Barça, su fichaje por el Real Madrid o sus problemas en el PSG y con la estrella del equipo, Mbappé, llenan las tertulias, las páginas y las horas. Más allá de las informaciones contrastadas, los rumores y las especulaciones, hay dos realidades: el jugador está atravesando una de sus peores etapas a nivel personal y el club que le paga cada mes no está dispuesto a perder un euro en caso de llevarse a cabo alguna operación. Puertas adentro, en el vestuario del Barça (los que tienen voz, voto y galones) sería bien recibido. En las oficinas, si Neymar y toda la estructura empresarial/familiar borran del mapa temas judiciales y legales, se baja el sueldo y acepta un rol que le permita recuperarse como futbolista y aparcar sueños de grandeza personales para sumar desde esa humildad que tan bien gestionó en su día, es probable que sea bienvenido. En la calle, los recuerdos marcan. Esto es así. Cualquier tiempo pasado, hoy parece mejor que un posible presente con una segunda parte en la que no todos confían. Los golpes de la vida marcan a uno. Capitanías perdidas, dos años irregulares en el PSG, la bajada del podio de los grandes y el estado anímico bajo, tocan la fibra. La muscular y la otra.