Opinión

Fermín, un talento que se le pudo escurrir al Barça

Fort, Lamine, Fermín y Casadó, tras ganar al Bayern

Fort, Lamine, Fermín y Casadó, tras ganar al Bayern / JAVI FERRÁNDIZ

"Fermín era pequeño, su cuerpo no se desarrollaba. Se notaba mucho el cambio físico con los otros chicos". Quien lo contaba para SPORT hace unos meses es Carles Martínez, actual entrenador del Toulouse. Siendo Infantil B, cuando jugaba en el Betis, el entrenador catalán fue uno de los agentes clave para incorporar al centrocampista de El Campillo.

"Cuando era Infantil B lo fui a ver con el Betis y la decisión fue que a pesar de ser muy pequeño y de que le podía costar unos años pero con un talento enorme. Lo entrené en Infantil A y Cadete A. Quizás no jugaba tanto en los partidos importantes porque el físico era muy condicionante. Pero eso no quiere decir que no viéramos un gran talento", asegura Martínez.

HACE 16 MESES ERA IMPENSABLE

 El onubense acaba de renovar su contrato con el primer equipo del Barça hasta 2029. Tendrá 26 años cuando lo cumpla. Impensable, seguramente, alcanzar algo así cuando hace 16 meses estaba en el Linares de Primera RFEF. Un ejemplo, sin duda, de perseverancia, de testón, de no perder la fe.

Porque Fermín lleva en la sangre lo de no rendirse. No lo hacía cuando era suplente en su etapa cadete o juvenil porque su cuerpo no hacía ese 'click' físico. Y no lo hizo cuando no tuvo hueco en el Barça Atlètic hace dos veranos.

Tenía la esperanza de que llegara a unos mínimos físicos... (Carles Martínez)

La pretemporada de 2023 con Xavi le cambió la vida. "Tenía la esperanza de que llegara a unos mínimos físicos para le permitieran competir en el TOP. Para mí, olé el Barça porque lo aguantó muchos años. Altimira, Roura, Sergi Milà tuvieron la paciencia de no darle la baja. Era cuestión de ver si hacía este 'click' físico", añade Carles Martínez.

Deco, Laporta, Fermín y Yuste, con la camiseta de la renovación

Deco, Laporta, Fermín y Yuste, con la camiseta de la renovación / FCB

Sin duda, el de Fermín es un éxito global de club. Sobre todo, del propio Fermín, pero también de toda la estructura de la entidad. En La Masia el listón es altísimo. Cada año se pasan cortes, se descarta a futbolistas que se considera que no dan el nivel y que es complicado que den un gran salto en el futuro. Es cruel, sí. Pero esto es la élite en toda su expresión.

Y con Fermín se tuvo esa paciencia que ahora es una bendición. Acaba de ser titular ante Real Madrid en el clásico y frente al Bayern (dio dos asistencias ante los bávaros). Otro orgullo para el barcelonismo, que últimamente puede ir con el pecho bastante hinchado.