De Federer y Nadal a Messi, Piqué y otros

De Federer y Nadal a Messi, Piqué y otros

De Federer y Nadal a Messi, Piqué y otros / EFE/SPORT

Joan Vehils

Joan Vehils

Roger Federer ha puesto fin a su carrera de una manera ejemplar. Con una trayectoria deportiva enviable, sin una polémica de por medio, amigo de sus rivales y con un colofón final digno de uno de los mejores tenistas de la historia.

Despedirse haciendo pareja con tú máximo contrincante es la máxima demostración de señorío. Digo esto porque futbolistas como Messi, Piqué o Alba deberían aprovechar el ejemplo del suizo para analizar internamente que han hecho mal durante los años que llevan en activo. Es posible que Leo lo haya hecho todo bien dentro del terreno de juego, incluso el propio Piqué o Alba hasta hace un par de temporadas, pero futbolistas de su categoría, clase y nivel también deben tener un comportamiento sin tachones fuera de los terrenos de juego.

Es cierto que sus polémicas actuales no son solo responsabilidad suya. Sin embargo, otros deportistas o futbolistas como ellos han sabido competir, ganar y, paralelamente, vivir sin conflictos extradeportivos. Puyol, Xavi e Iniesta son una prueba de ello.

¿Se imaginan a Federer declarando en la fiscalía, yendo a jugar un partido del US Open en bicicleta o bostezando en algún partido de la Copa Davis? Pues no. Ni a Federer ni a Nadal, pero tampoco a los anteriormente citados.

Uno puede ser el mejor del mundo en su especialidad, pero también debe cuidar todos los detalles fuera de la pista o el estadio. Duele que Messi no haya tenido la salida que se merecía del Barça o que Piqué apunte también a salir por una puerta que no le corresponde. No siempre es fácil ser el número uno, el mejor en tú posición o tener una Mundial, varias Champions y Ligas en tú currículum, pero eso no te esgrime de intentar ser una persona intachable.

Me remito de nuevo a Puyol, Xavi o Iniesta o a Roger Federer y Rafa Nadal. Por cierto, estos últimos, anoche dieron una nueva lección a todos los deportistas del mundo. Dos rivales, dos tipos que llevan 20 año enfrentándose por el mismo objetivo y cuando uno decide retirarse escoge de pareja a su eterno enemigo. En fin, que siempre hay un espejo en quien reflejarse.

Seguro que los directivos, algunos entornos de los deportistas o los propios periodistas somos cómplices en algún grado de la construcción de la imagen de los futbolistas. No obstante, ellos son los máximos responsables de sus decisiones, de sus gestos y de su comportamiento.

Hoy, Federer y Nadal tienen abiertas las puertas de mundo sin que nadie les pueda esgrimir ni un reproche. No hay un lugar en el planeta donde no sean bien recibidos. Hoy, Puyol, Xavi, Iniesta también pueden pasearse por cualquier ciudad al margen de su equipo de fútbol de esa localidad. Así que, en estos tiempos de polémicas, conflictos y dimes y diretes sería bueno que esos que no solo salen en la prensa por sus éxitos deportivos, dediquen un tiempo para ver en que han errado. Nadie puede jugar al tenis como Federer o Nadal, pero cualquier deportista puede ser igual o mejor persona que ellos.