La ilusión electoral y el miedo real

Laporta habló de la continuidad de Messi en el Barça

Laporta habló de la continuidad de Messi en el Barça / EFE

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

Perfil bajo electoral. Mínimo juego subterráneo. Nombres propios contados. Messi en boca de todos. Gran dosis de Camp Nou. Y apelación constante al juego limpio. Si no fuera por la presencia de Leo y la constante apelación al Espai Barça, podríamos decir que en lugar de hacer mención a unas históricas elecciones al FC Barcelona podríamos estar hablando de una contienda en el Vaticano.

Y es que el miedo está omnipresente en todos los candidatos. Algunos lo disfrazarán en forma de respeto a la institución, al equipo y a no sé cuántas cosas más, pero la realidad es que a día de hoy los nombres, los números y los golpes de efecto -con permiso de la lona de Laporta en Madrid- brillan por su ausencia. Y eso no es producto de la falta de sagacidad de los equipos que rodean a los candidatos, sino al temor a dar un paso en falso y quedar retratados.

Respecto Koeman, fuentes directas de dos asesores electorales coincidían hace una semana: hablar de fichajes y provocar el enfado de Koeman no le sale rentable a nadie. El holandés es incontrolable y si habla en una rueda de prensa... Además, no hay dinero para acudir al mercado y atar, documento en mano, a ningún crack.

Hablar de la multimillonaria deuda del Barça tampoco seduce a los votantes. Más bien infunde temor y da la sensación de falta de solvencia de aquel candidato que exhibe las cuentas.

En resumen, proyectos moderados, ilusión controlada y a esperar acontecimientos. La época de los fichajes, contactos reales y demás ha pasado a mejor vida. Todos hablan con Messi y, a lo sumo, el factor Neymar entró en juego en su inicio... y se diluyó. Las elecciones del miedo gana, por ahora

La clave: los candidatos optan por un perfil conservador sin arriesgar con sus apuestas.