Fati quiere seguir, pero depende de Mendes

Dejando aparte el tema Messi, el gran reto de la próxima directiva será contentar a Ansu Fati y su entorno para evitar tentaciones de salir del Barça. En el club blaugrana están absolutamente tranquilos ya que consideran que el canterano tiene contrato válido por dos años, más dos opcionales y una cláusula de 400 millones de euros, por lo que lo dejan bien atado. Otra cosa es que, como siempre ha sucedido con Messi, la progresión del chico es tan grande que es probable que su salario haya quedado totalmente desfasado en función a su rendimiento. Ansu ha cambiado su entorno poniéndose en manos de Jorge Mendes y el portugués ya huele dinero a corto plazo. Es cierto que Mendes ha mantenido una relación muy fluida con la directiva de Bartomeu y ha colaborado activamente con la actual área deportiva, pero también es evidente que Fati es su cliente y tiene recursos para incrementar su ficha en el Barça de forma inmediata.

El Barça tiene un activo importantísimo en Ansu Fati. De hecho, Mendes ya lo tenía vendido este verano por 150 millones de euros al Manchester United, pero en el club blaugrana se negaron a valorar la propuesta a pesar de que era mareante. Si en tiempos de crisis Mendes llegaba hasta estas cifras, la presión que puede poner este verano podría ser brutal teniendo en cuenta la situación financiera del Barça. Fati es presente, pero no hay duda de que debe ser el futuro del Barça. Si nada se tuerce, el rápido extremo blaugrana debe convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo y el Barça deberá retenerle como sea... con permiso de Jorge Mendes, aunque Ansu quiera seguir aquí sí o sí.