La falta de pegada condena al Barça

Memphis, el peor valorado del Barça

Memphis, máximo goleador del equipo con siete goles / Javi Ferrándiz

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Xavi agitó el dibujo apostando por el 3-4-3 y una revolución en el once inicial. El equipo respondió a gran nivel, emulando el buen inicio que se produjo ante el Espanyol.

Un Barça que parece haber interiorizado virtudes importantes: gran presión gracias a una espléndida actitud coral, recuperación rápida tras pérdida y, en consecuencia, evitar salidas rápidas a la contra de un Benfica muy peligroso.

El nuevo sistema revitalizó a varios jugadores, entre ellos a un Araujo que estuvo espléndido como central derecho. También vale la pena mencionar a Demir, de menos a más en su juego. Sin embargo, la rapidez en la circulación del balón y la movilidad de todos los jugadores sobre el terreno de juego contrastó con el lastre que atenaza al equipo en este inicio de temporada: la falta de pegada impidió que el Barça mandara al descanso. 

DEMBÉLÉ FUE INSUFICIENTE

Por momentos el equipo pareció acusar el cansancio en la reanudación. El Benfica dio un paso al frente y abortó el control absoluto azulgrana. Xavi estuvo hábil y dio entrada a un Dembélé que cambió el decorado por completo, abriendo el campo y generando peligro por banda derecha.

Los portugueses volvieron a replegar y el Barça recuperó la iniciativa hasta el final del encuentro. Esfuerzo insuficiente ya que las aproximaciones al área del Benfica no solo no se tradujeron en goles sino que ni tan siquiera se generaron grandes ocasiones. Es más, la más clara del partido llegó en tiempo de descuento pero Seferovic, de forma incomprensible, erró lo que parecía un gol cantado. Ahora solo queda esperar el milagro de un Barcelona que sigue creciendo en su juego, pero al que le queda por aprobar la gran asignatura: el gol.

La clave

El Barça de Xavi sigue creciendo en su juego, pero no solventa la falta de gol