La exhibición total de Messi

Leo Messi adelantó al Barça en la final de Copa contra el Alavés

Leo Messi adelantó al Barça en la final de Copa contra el Alavés / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Que Messi sea el mejor del partido, ya no del Barça, es algo que sucede el noventa por ciento de las veces. Que Messi sea el genio de las finales que el Barça gana, ocurre en el noventa y cinco por ciento de las ocasiones. Pero que Messi, además, sea el mejor centrocampista, el mejor extremo derecho, el mejor delantero centro y el mejor extremo izquierdo en un mismo partido, en una final, es algo que todavía no habíamos disfrutado. Que Leo sea capaz de seguir sorprendiendo, inventando, creando, “genializando” parece imposible, pero no lo es. A fe que no lo es. Para la ocasión, el genio decidió dar una vuelta de tuerca más a sus exhibiciones, algo así como el “más difícil todavía” circense para que el mundo entero se diera cuenta de quien es el mejor futbolista del mundo, este año que el “Balón de Oro” le dará con toda seguridad la espalda. Así que se puso una camiseta con varios dorsales y desde cualquier zona del campo hizo puro arte con el balón. Una exhibición total, brutal. Desde el minuto treinta de juego, la final fue suya, ocurrió exactamente lo que él quiso que ocurriera.

GANÓ ÉL SOLO. Aunque Neymar y Alcácer también marcaron, aunque Iniesta también rescató buena parte de su repertorio, aunque André Gomes se reivindicó con la asistencia del segundo gol, el que ganó el partido fue Messi, él solito se echó al equipo a la espalda cuando las dudas empezaban a acechar al conjunto barcelonista. No nos engañemos, la victoria no fue fácil. El Alavés plantó cara, maniató al Barça durante 30 minutos, pudo adelantarse con un remate al poste e igualó el primer tanto azulgrana de forma inmediata con un golazo de Theo Hernández. Así que tuvo que salir el genio para poner las cosas en su sitio. Primero, un gol exquisito, con un remate sutil poniendo el balón donde le dio la gana, allí, junto al palo. Luego, visión extraordinaria para dar a André Gomes la posibilidad de un centro mortal para Neymar. A renglón seguido, eslalom estratosférico partiendo desde el extremo derecho con regalo mirando al tendido para Alcácer. Total, campeones de Copa. Luis Enrique se puede ir feliz. Y todo gracias a Messi.