Excusas de mal perdedor

Tarjeta roja a las excusas

Tarjeta roja a las excusas / EFE

Alex Corretja

Alex Corretja

El fútbol genera polémica, ganes o pierdas, lo mires por televisión o en el estadio, o simplemente si lo practicas con tus amigos en cualquier liguilla de barrio.

No hay duda de que es de los deportes más pasionales que existen en el mundo. Allá donde vas siempre encuentras niños en la calle pegándole a una pelota con las clásicas dos piedras haciendo de portería. Y justo ahí mismo, ya empiezas a percibir la dificultad en ponerse de acuerdo para cualquier decisión relacionada con el partido. A veces porque según tu opinión el balón ha pasado por encima de dichas piedras y no entre ellas, otras porque iba demasiado alto y, para rematar, ni que hablar de cuando el propietario del esférico decide marcharse a falta de pocos minutos del final con empate en el marcador, justo en el preciso instante que le han señalado un penalti en contra a su equipo con la EXCUSA barata de que su madre le ha pegado un grito para que volviera a casa.  

Todo esto que me parece tan anecdótico a nivel amateur, se complica cuando pienso en el deporte profesional y, jornada tras jornada, veo como entrenadores, jugadores, directivos y un largo etc, justifican sus derrotas o malas posiciones en la tabla clasificatoria por motivos ajenos a ellos, sin hacer la autocrítica necesaria para seguir creciendo y para no quedar como auténticos ‘loosers’ quejicas. Menos mal que hace dos días, cuando el Real Madrid ganó la liga (a los que aprovecho para felicitar), el capitán y líder indiscutible de este Fútbol Club Barcelona, Leo Messi, fue el primero en asumir sus errores como equipo y reconocer las virtudes de su eterno rival, dejando claro que habían sido los justos vencedores del campeonato. 

La liga de fútbol en nuestro país se disputa durante treinta y ocho jornadas, diecinueve como local y diecinueve como visitante, por lo tanto, los equipos tienen tres mil cuatrocientos veinte minutos para demostrar quién es el mejor durante esa temporada.

Es verdad que buscar excusas es casi una característica intrínseca a nuestra naturaleza, pero no por ello deberíamos sentirnos orgullosos al respecto.

Os quiero contar un ‘secreto’: en el año 97  acabé como número doce del ranking y no pude clasificarme para el Masters ya que solo lo disputan los ocho mejores del año. Mi justificación fue que el circuito era injusto con los especialistas del juego en tierra batida, a lo que mi entrenador me dijo: “Esta pretemporada la haremos diferente e invertiremos muchas más horas en cancha dura, hemos tenido diez meses para acabar lo más arriba posible, no me sirve de excusa la diferencia de puntos entre superficies”. 

Casualidades de la vida, o no, en el año 98 seguí sumando éxitos en tierra, pero el gran cambio vino al ganar cuatro títulos en superficies rápidas, incluyendo el triunfo en el Masters de final de año y acabando así la temporada como número tres del ranking mundial!

Cambiar depende de uno, mientras no lo hagamos, las excusas nos seguirán debilitando. 

Gràcies i sort amb tot

El hasta ahora director del diario SPORT, Ernest Folch, ha decidido dar un paso al lado y dejar la dirección del diario por motivos de salud. Desde aquí quiero mostrarle todo mi agradecimiento y gratitud por pensar en mí para escribir esta CONTRA todos los sábados desde principios de este año.

¿Qué pasará con el tenis?

El circuito tenístico profesional todavía no ha vuelto a las pistas. Las cosas empezaban a pintar mejor, pero parece que la situación se vuelve a complicar cada vez más, en especial en Estados Unidos que es justamente donde debería disputarse el segundo Grand Slam del año en Nueva York. Veremos cómo evoluciona todo, pero no me extrañaría nada que tuvieran que cancelarlo y que el circuito rece porque se pueda disputar algún torneo de la gira de tierra en Europa.