Examen para el Espanyol, reválida para el Barça

Rubi y Valverde durante la sesión fotográfica previa al derbi Espanyol-Barça de la Liga 2018/19

Rubi y Valverde durante la sesión fotográfica previa al derbi Espanyol-Barça de la Liga 2018/19 / FCB

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Estamos delante del derbi de las confirmaciones. Después de catorce jornadas de Liga ya toca conocer el estado de forma, las ambiciones y las posibilidades reales de los dos clubs catalanes de Primera. Es hora de averiguar si el Espanyol de Rubi va hacia arriba o hacia abajo tras un inicio de campeonato fantástico que sorprendió a la propia empresa. También es el momento de vislumbrar si el Barça, que recién acaba de recuperar el liderato, está en condiciones de coger ventaja a sus rivales y dejar atrás un  inicio en el que ha dejado escapar diez puntos. Por lo tanto, el choque de esta noche significa un examen para el Español y una reválida para el Barça.

No se juegan más que tres puntos pero hay un morbo añadido. Los blanquiazules no han ganado nunca en Cornellà/El Prat a su máximo rival en partido de Liga desde que inauguraran el estadio en el 2009. Los de Rubi sueñan con romper esta maldición, con conseguir una victoria que les redima de las tres derrotas consecutivas que les han llevado al séptimo puesto de la clasificación. Pero los datos son crueles para los pericos y dicen más. Desde hace once años, concretamente el 13 de enero del 2007, el Espanyol no consigue vencer al Barça en Liga como local. Fue en el Estadio Olímpico de Montjuïc cuando Valverde entrenaba a los blanquiazules y Rijkaard se sentaba en el banquillo blaugrana. 

En el Espanyol le tienen ganas al Barça y sabido es que en estos choques siempre da un plus añadido de coraje y entusiasmo. Rubi aparte de ser un buen técnico es un excelente motivador, quiere inculcar a sus jugadores la trascendencia que tiene el partido para ellos. Se juegan mucho más que tres puntos, la posibilidad de pasar a la historia ganando por primera vez en Cornellà a su eterno rival lo que les redimiría de los dos últimos encuentros donde rindieron por debajo de lo esperado. Este es el reto blanquiazul, demostrar que ya no son un equipo que lucha solo por mantener la categoría sino que sueña con llegar más pronto que tarde a Europa.

Para el Barça este derbi supone la oportunidad de confirmar que los tropiezos ligueros que les causaron la pérdida de 10 puntos (4 empates y 2 derrotas) ya están superados y que ponen la directa para mantener y aumentar el liderato. Con la clasificación de campeones de grupo de la Champions asegurada, ahora tienen que centrarse tres meses en la Liga para intentar dejar atrás a unos rivales que hasta el momento tampoco han dado su mejor nota. Valverde se tiene que olvidar que su nombre figura en la puerta 89 del nuevo estadio blanquiazul y mentalizar a sus jugadores que no pueden salir confiados ya que su rival jugará al 120%.

Con esta realidad sobre el campo, podemos vislumbrar que esta noche veremos un derbi interesante entre un Espanyol que hace el mejor fútbol en muchos años y un Barça que debe subir el listón si quiere sufrir menos en los desplazamientos. Los planteamientos defensivos y las brusquedades esta vez no tendrían que ser protagonistas. Rubi quiere ser el primer entrenador perico que gana al Barça en Liga en once años y Valverde no quiere ser el primer técnico blaugrana que pierde en Cornellà. El duelo está servido.