Examen para España y alarma para el Barça

La selección española se juega su clasificación para la final four de la Nations League ante Suiza (esta noche) y, sobre todo, contra Portugal (el próximo martes). Más allá de hacer un buen papel en este torneo (inventado con buen criterio para sustituir a los partidos amistosos de preparación de las grandes competiciones internacionales), el objetivo de estos dos encuentros es calibrar el nivel del combinado de Luis Enrique a solo dos meses del Mundial de Qatar'2022. Este último parón será una especie de examen final para una España que, sin duda, será una de las firmes candidatas al título.

Con la base de jugadores del Barça (Eric Garcia, Jordi Alba, Busquets, Gavi, Pedri y Ferran Torres), el técnico asturiano ha conseguido una perfecta combinación entre veteranía y juventud que le ha permitido construir un equipo muy competitivo. Con su particular estilo, la selección española está forjada a imagen y semejanza de su entrenador. Para lo bueno y para lo malo. Y aunque hay un sector del madridismo más rancio que sigue reclamando la presencia de Sergio Ramos (cosa que, por cierto, está generando un profundo hartazgo en el entorno del combinado estatal), la figura de Luis Enrique ha ido generando adeptos. Evidentemente, los resultados le han acompañado. Y el horizonte de la Copa del Mundo se visualiza con relativo optimismo.

Todo lo contrario de lo que sucede con el maldito Virus FIFA. Hasta cuatro jugadores blaugranas (Koundé, Araujo, De Jong y Memphis) se han lesionado en el primer partido con sus selecciones. Y, lógicamente, han saltado todas las alarmas en el Camp Nou. El Barça se enfrenta a un mes de octubre terrorífico, con nueve partidos, entre ellos el doble y decisivo duelo de Champions ante el Inter y el clásico contra el Madrid de Liga. La acumulación de encuentros en esta recta final del 2022 necesita de futbolistas en plenas condiciones físicas. Y estas bajas (parece que la más grave es la de Koundé, titular indiscutible para Xavi, que podría estar un mes KO) son un terrible revés para el técnico blaugrana, que deberá hacer cambios en su equipo base. Esperemos que se quede aquí y no aumenten las lesiones. Lo que está claro es que FIFA y UEFA deben replantearse sus calendarios si no quieren matar la gallina de los huevos de oro.