Eusebio ha dado con la tecla en el Girona

Eusebio ha dado con la tecla en el Girona

Eusebio ha dado con la tecla en el Girona / EFE

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Todo el mundo tiene en mente la excelente temporada realizada por el Girona en su estreno en la élite del fútbol español, pero curiosamente el equipo actualmente dirigido por Eusebio ha tenido un mejor inicio de liga respecto a la campaña anterior. Es cierto que el listón para mantener el nivel está muy alto y difícilmente repetirá, aunque la ilusión se mantenga intacta. Tras un inicio dubitativo con empate en casa ante el Valladolid y derrota estrepitosa ante el Real Madrid, la victoria en Villarreal y posteriormente como local ante el Celta, ha devuelto la alegría a la afición gerundense. Para ello Eusebio ha tenido que cambiar probablemente sus ideas iniciales en cuanto a la manera de jugar de su equipo.

Un conjunto muy arraigado a la manera de jugar que tantos éxitos le dio a Pablo Machín, con la defensa de 3 centrales y los 2 carrileros, fue dejada de lado por el nuevo técnico para apostar en el inicio de la competición por un dibujo mucho más acorde a lo que había hecho como técnico en el Celta o Real Sociedad, de jugar con una defensa de 4 hombres en línea. Las cambió precisamente después de caer 1-4 ante los madridistas y han llegado con el sistema antiguo dos muy buenas victorias ante equipos que teóricamente aspiran a Europa. Surge de nuevo ese debate de si los jugadores deben adaptarse al entrenador o debe ser el entrenador el que se adapte a las características individuales de sus jugadores, que fueron fichados para esa defensa de 5. En este caso parece ser que Eusebio tras mucho pensarlo y probarlo, se ha decidido por adaptarse él a sus hombres.

EL PELIGRO DE SU JUEGO AÉREO

Tres centrales grandes –Alcalá, Bernardo y Juanpe– que defienden a Bono, con dos carrileros muy profundos –Aday y Pedro Porro–, con Granell y Pere Pons o Douglas Luiz en la dirección del juego, con Borja García, tal vez su jugador con mayor creatividad en el juego por delante y Portu como puñal por derecha y Stuani como referencia arriba, con su lucha constante en la disputa de cada balón con los centrales rivales. No parece haber recuperado el mejor nivel que mostró la pasada campaña Portu, que se convirtió en una de las grandes revelaciones de la liga, y tal vez con el affaire con el Sevilla, no ha recobrado totalmente su confianza.

Los carrileros son piezas básicas en su manera de jugar, pues buscan la profundidad por banda contraria a la que está atacando su equipo, para con un cambio de orientación, recibir en las mejores condiciones para realizar buenos centros, para el juego aéreo de Stuani o el olfato goleador del pillo, Portu. Atención a  una de sus mejores armas, el juego aéreo, donde Alcalá, Juanpe, Bernardo y el citado Stuani son un gran peligro en los córners y faltas laterales. Muchos de sus goles llegaron así la pasada temporada.