Esto es lo que hay

Koeman y Laporta, juntos en el vestuario

Koeman y Laporta, juntos en el vestuario / FCB

Carles Sans

Carles Sans

Como decía el martes pasado un comentarista de TV3 después de la derrota contra el Bayern: “Lo peor es que la gente no salía del estadio cabreada, salía resignada". El público acudió al Camp Nou después de meses y meses de ausencia, y se encontró con otro equipo, sin Messi y sin el juego que hace ya mucho tiempo nos daba un estilo que, temporada tras temporada, ha ido dejando atrás. ¡Ni un solo tiro a puerta en 90 minutos! Koeman dibujó de inicio una táctica timorata que expresaba la poca confianza ante un poderoso equipo que hace poco más de un año nos pintaba la cara ante toda Europa. La propuesta fue de equipo pequeño. Pero la culpa no se la voy a dar a él. Tampoco a Sergi Roberto, un jugador pitado al ser sustituido y que todos creíamos que sería uno de los vendibles este verano. La culpa tampoco es de un Memphis que no le salió nada, ni de un Luuk De Jong del que no se puede esperar gran cosa y que espero que nadie se lo cargue por que si.

La culpa es de la mala gestión de la junta anterior, de la improvisación que parece a veces inspirar la junta actual y de la indiferencia del socio de ver como han hundido el club. Nos han llevado a la ruina y nos lo hemos quedado mirando. ¡Ya nos vale!

Como dijo Piqué al final del encuentro: “esto es lo que hay.” Ahora toca empujar a este equipo, darle apoyo para no caer en la depresión y la vergüenza; y esperar a que recupere el margen de mejora para que la temporada no se nos haga muy larga. Dado que estamos como estamos, prefiero ver jugar a los jóvenes de los que Koeman se jacta de haber descubierto. Ellos han de darnos las alegrías futuras y no debemos hundirles en un año que, insisto, habrá que armarse de comprensión y no cargar contra quien menos se lo merece. Sospecho que el martes el aficionado disculpó el bochorno porque fue el Bayern quien nos derrotó, espero no vernos en estos apuros contra equipos inferiores, porque entonces, como dijo Guardiola, esta temporada: “Ens farem mal”