El estilo que persigue a Valverde

Ernesto Valverde habla con Fran Escribà antes del Celta - FC Barcelona

Ernesto Valverde habla con Fran Escribà antes del Celta - FC Barcelona / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

No es fácil ser entrenador del Barça. Pese a entrenar al equipo que más títulos gana, sus alineaciones, sus tácticas, su estilo, sobre todo el estilo, que engloba lo anterior y muchas cosas más, siempre está bajo la lupa. Nada malo hay en ello, ¡eh!, que conste, pues es consecuencia de la máxima exigencia que todo gran club debe pedirse a sí mismo desde todos sus estamentos. Perfecto. Pero también hay que analizar los momentos y las situaciones y no caer en el error de ser injustos con su entrenador.

En el caso de Valverde se está llegando al extremo. ¡Miren que es difícil molestar a un hombre como Valverde, la sencillez personificada y un anti-conflicto por excelencia! Pues bien, el otro día le molestó que se volviera a poner en duda su fidelidad al estilo. Es la insistencia, no el es concepto, porque él es el primero en saber cuál es el ADN del Barça, como club y como equipo de fútbol, pero al entrenador se le pide que gane y él acababa de ganar la Liga y al Liverpool por 3-0 en la semifinal de la Champions. 

LA EVOLUCIÓN

Intentemos ser justos. Valverde es el segundo entrenador que ha llegado al Camp Nou para abordar un cambio de ciclo que en su momento, cuando se le contrató, se daba por necesario. ¡Cambio, no ajuste! El otro, el anterior, fue Luis Enrique, que evolucionó y triunfó. Triplete, doblete y Copa. De más a menos, así que tocaba evolucionar de nuevo. Evolución, no revolución. Y apareció Valverde. Y a la primera de cambio se le fugó Neymar. Y al año, se le fue Iniesta. Más difícil todavía, pero doblete y ahora muy cerca del triplete.

¿Dónde está el problema? Los puristas me apuntan a la estética. Vale, OK, bien está la máxima exigencia, pero pensemos que el estilo lo dan los jugadores. Y aquí ya no están Xavi e Iniesta, los padres del estilo; que la cantera, allí donde se mama el estilo, no aporta nuevos Xavis e Iniestas. Y que, en consecuencia, Arthur y Coutinho, que vienen de muy lejos, no pueden ser lo mismo. Mucho está haciendo Valverde para no perder los orígenes y seguir ganando con más argumentos que no hacen sino enriquecer el estilo. Veámoslo así y seremos más justos.