Este Barça es solo Messi

Este Barça es Messi. Unica y exclusivamente Messi. Solo Messi. Y nada más que Messi. Este sábado volvió a quedar demostrado. Por si había alguna duda. Messi ganó al Celta con otra actuación de Balón de Oro y el equipo blaugrana sorteó la crisis de resultados, que no de juego. Porque, aparte de Messi, el Barça continúa siendo un equipo previsible, lento, sin ideas e incapaz de hilvanar una jugada con criterio. 

Si no fuera por Messi, este Barça habría estallado en mil pedazos. El crack blaugrana sostiene al equipo, a la directiva y al club con su magia. Si no fuera por los goles de Messi, este Barça estaría inmerso en una crisis deportiva e institucional sin precedentes. Suerte tienen todos, los del vestuario y los del palco, de tener a Messi. Y, sobre todo, de tener a un Messi motivado y con ambición. Deseoso de que su Barça no haga el ridículo. 

Messi firmó su hat trick número 46 y dio otro triunfo a un Barça muy gris

Ante un Celta valiente, sin complejos a pesar de estar en posiciones de descenso, Messi se encargó, una vez más, de resolver todos los entuertos que provoca el desconcierto que está sufriendo el conjunto de Valverde. Un desconcierto que empezó con una sorprendente alineación (hasta cinco cambios con respecto al último partido) y que continuó con un ritmo de juego anestesiante. Solo Messi emergió de la mediocridad. ¡Y de qué manera! Con otro hat trick (el número 46 de su trayectoria blaugrana) y con dos lanzamientos de falta impresionantes. 

Messi firmó otra actuación soberbia. Y, como no podía ser de otra manera, el Camp Nou se rindió a su ídolo. Coreó el nombre del crack argentino. Y dio las gracias a tener en este equipo en descomposición al mejor futbolista del mundo y de la historia. Porque sin Messi, este Barça sería un Barça realmente triste. La emoción y la alegría son solo cosa de Leo.