Esta es la Liga de Messi; el 10 consigue su Liga 10

Messi sentenció la Liga con un toque sutil

Messi sentenció la Liga con un toque sutil / AFP

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Se hizo justicia. El Barça gana la Liga derrotando a un Atlético de Madrid que mostró su condición de segundón. La diferencia entre un equipo que siempre sale a ganar frente a otro que sale a no perder, es manifiesta. Si encima Diego Costa hace un favor al enemigo, se explica el resultado final aunque hasta los últimos minutos el marcador estuviera en el alero. Simeone puede estar orgulloso del esfuerzo y coraje de sus hombres. Valverde tiene que estar feliz por una victoria que les distancia con once puntos de ventaja a solo siete jornadas del final. Todo el pescado está vendido. Messi y compañía son muy superiores, en un campeonato tan largo donde manda la regularidad nadie puede discutir los méritos del campeón.

Esta es la Liga de Messi, la del número 10, la décima que consigue con la camiseta blaugrana. Pasan los años, caen los títulos y el crack sigue superándose de una forma prodigiosa. Es el alma, el corazón y el cañón del equipo. Sabe adaptar su juego a las necesidades. Sabe dosificarse como si fuera una computadora. Sabe marcar el ritmo de los partidos con una estrategia letal. Anoche dio una nueva demostración que para él, querer es poder. Consciente de la importancia que tenía la victoria, se enchufó en la última media hora poniendo el turbo. Jugadas individuales de largo recorrido, remates de gol que un gran Oblak salvó con talento. Le costó hacer saltar la banca rojiblanca pero bastaron dos minutos para que el Camp Nou comenzara a cantar el alirón. Primero fue Suárez quien con un disparo desde fuera del área de mucho mérito abrió la caja, después Messi firmó un gol de esos que solo pueden llevar la rúbrica del mejor futbolista del mundo.

La victoria que decide la Liga llega en el momento más oportuno. A cuatro día de los cuartos de final de Champions en Manchester. Es un chute de moral, una inyección de confianza. Está demostrado que este Barça se crece en los partidos importantes, sabe asumir su responsabilidad y da la mejor nota cuando más se le exige. Desde hace varias temporadas han dejado claro que en el fútbol español no tienen rival. Ahora toca superar el examen internacional. Solksjaer, el entrenador del United, siguió el partido desde el palco tomando muchas notas. Quedó impresionado de la fe de los hombres de Valverde que lucharon hasta el final por una victoria que merecían. El Atlético se lo puso difícil pero esto no fue mas que un estímulo. El Barça, a pesar de sus individualidades, sabe jugar como un equipo, sin egoísmos ni privilegios. Todos reman en la misma dirección, todos corren los noventa minutos y hay una solidaridad en el esfuerzo admirable. 

Con la Liga amarrada y los enemigos reducidos al papel de comparsas, toca cambiar el chip. Solo hay que pensar en el United. El partido contra el Huesca del próximo fin de semana tiene que ser para los suplentes. En una semana el Barça se juega su pase a semifinales. Hay que poner los cinco sentidos y no asumir riesgos innecesarios. Es un partido de tres horas que hay que saben plantear con inteligencia. No hay que creerse superiores ni precipitarse. Jugar la vuelta en el Camp Nou es una red de seguridad importante. La Champions no suele ganarla el mejor fútbol sino el equipo más eficaz y pragmático. No se sobrevive con goles sino con resultados. Esta dura lección la ha aprendido el Barça de Messi las últimas temporadas. Después de asegurar la Liga y llegar a la final de Copa, ahora toca aprobar la reválida europea. El triplete, más que un sueño, comienza a ser un objetivo asumible. Força Barça!