Cuando la esperanza es Dembélé

Dembélé sigue sin renovar

Dembélé sigue sin renovar

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Poco a poco, el Barça ha ido recuperando a los lesionados con los que Koeman nos prometió que el equipo mejoraría radicalmente. Volvió Coutinho pero no se ha notado lo más mínimo. Es más, el brasileño es suplente de Gavi, un juvenil de diecisiete años, porque no se ha sabido ganar la titularidad y cuando entra, el entrenador le hace un sistema a su medida pero ni por esas aparece el Coutinho que un día fue y que dudo que vuelva a ser. Ansu Fati también se ha recuperado y es el único en el que se puede confiar y el único que ha ganado puntos, los tres del Valencia, sin ir más lejos. Pero Ansu Fati sale de una larga lesión y solo tiene dieciocho años. Hay que tener paciencia. Y tras el bajón del día del Madrid, ahora el barcelonismo se agarra al último lesionado ilustre: Dembélé. ¿Pero de verdad Dembélé es una esperanza sólida?

MUCHAS DUDAS

Vamos a ver. Dembélé ya está en su quinta temporada en el Barça y aún estamos esperando su explosión definitiva más allá de los cuatro chispazos a los que nos cogemos como a un clavo ardiendo para pensar que sacará al equipo de la crisis. Es verdad que las lesiones no le han dejado, pero las lesiones ya forman parte de su carrera. Quiero decir que hay que tener en cuenta su historial médico a la hora de valorarlo. Es un jugador distinto, eléctrico, rápido, agitador, un peligro constante para la defensa rival. No hay otro como él en la plantilla, pero tampoco hay otro que se lesione tanto y, en consecuencia, que le cueste tanto coger su mejor forma. Y luego está su actitud. De momento no quiere renovar, todo indica que especula para hacer caja marchándose libre. Bien, está en su derecho. No es justo que maltrate al club que le ha pagado religiosamente mientras se ha pasado medio contrato en la enfermería, pero la ley está de su parte. Otra cosa es la cuestión moral. Pero que un futbolista con este historial futbolístico (30 goles en 118 partidos), médico (12 lesiones y 97 partidos, de momento, en el dique seco) y su compromiso dudoso sea la gran esperanza es, cuanto menos, inquietante.

La clave: su historial futbolístico y médico y su dudoso compromiso es muy inquietante.